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El presidente Donald Trump se burla del testimonio de la Dra. Christine Blasey Ford durante un mitin político.
El presidente Donald Trump se burla del testimonio de la Dra. Christine Blasey Ford durante un mitin político.

Es cada vez más difícil pasar por alto la misoginia de Trump

Hasta el momento, las acusaciones contra el presidente Trump por conductas inadecuadas hacia las mujeres eran suficientemente difíciles de ignorar. Su…

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La misoginia en el gobierno siempre ha sido una constante. No es azar que Estados Unidos siga siendo uno de los países en América que no ha tenido una mujer presidente y sin embargo se haga llamar el líder del mundo libre.

Pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, aún a pesar de grabaciones en las que aseguraba poder hacer con las mujeres lo que quisiera, fue un nuevo récord, al punto de que su inauguración se vio eclipsada por cientos de miles de mujeres y hombres que marchaban contra el sexismo implícito que se sentaba ahora en la Oficina Oval.

El último ejemplo de ello fue el discurso de Trump durante un mitin político el día martes en el que se burló repetidas veces del testimonio de la Dra. Christine Blasey Ford, quien acusó al nominado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh de atacarla sexualmente cuando eran adolescentes.

Según reportó NBC, el presidente ridiculizó a Ford “en una recreación” de su testimonio ante el Comité Judicial, “alternando con su voz entre una impresión de ella y de su inquisidor, desafiando la veracidad del testimonio que detuvo la confirmación de su candidato”.

La escena se llevó a cabo en el Landers Arena del condado profundamente conservador de DeSoto, retrocediendo en el tratamiento que le habían dado tanto el presidente como los republicanos al testimonio de la acusante.

El testimonio de Ford paralizó al país el pasado jueves cuando relató detalle a detalle la terrible experiencia que vivió en manos de Kavanaugh, dividiendo a los espectadores entre quienes creen en el nominado del presidente y quienes apoyan a una presunta víctima de abuso sexual.

En un momento en el que el boom del movimiento #MeToo cunde todas las esquinas de la nación – y del mundo – la respuesta del presidente hace imposible seguir pasando por alto su tajante sexismo.

Durante su gobierno, Trump ha sido acusado dos veces de silenciar a mujeres con las que había tenido relaciones extramaritales; su ex directora de enlace en la Oficina de Comunicaciones de la Casa Blanca, Omarosa Manigault Newman aseguró que el presidente le tildó de “perra” (a lo que Trump respondió atribuyendo más adjetivos); defendió a sus asesores cuando fueron acusados de violencia doméstica y a amigos personales cuando fueron despedidos por acoso sexual en el trabajo, y ha insultado a presentadoras de televisión, a artistas y a modelos, mientras coquetea con primeras damas extranjeras.

Tan sólo durante la misma semana en la que se burló del testimonio de la Dra. Ford, el presidente insultó a una reportera durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca después de darle la palabra para enunciar su pregunta. “Sé que no estás pensando, nunca lo haces”.

Bien podría haber sido un comentario ácido contra un reportero por su batalla contra los medios, bien podía ser también que el presidente respondiera así ante una reportera Latina (se trataba de la corresponsal de ABC en la Casa Blanca, Cecilia Vega), pero viniendo de un individuo con un historial de misoginia tan amplio, es difícil catalogar su impulsivo ataque contra una periodista como otra cosa que no sea sexista.

Lamentablemente, hacer la vista gorda ante la misoginia presidencial hoy en día es misión imposible.