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Manifestantes en contra del muro de Trump el pasado sábado en Boston, MA. Foto: EFE/EPA/CJ GUNTHER
Manifestantes en contra del muro de Trump el pasado sábado en Boston, MA. Foto: EFE/EPA/CJ GUNTHER

Trump quiere su muro, aunque sea a costa del medio ambiente

La Administración Trump suspende una cincuentena de leyes ambientales para construir su muro en la frontera con México.

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La obsesión del presidente Trump con el muro pasa por encima del medioambiente.

La Casa Blanca anunció el lunes la suspensión de docenas de leyes y normas ambientales para construir en el estado de Nuevo México un tramo del muro fronterizo con México propuesto por el presidente Trump.

La decisión ha puesto en alerta a los grupos ecologistas y plataformas de defensa de medioambiente, que no descartan interponen demandas judiciales contra esta orden.

La suspensión de esta cincuentena de leyes ambientales servirá para sustituir la actual vaya por un tipo de muro en un sector de 20 millas alrededor del Puente Internacional Santa Teresa, un paso que se construyó para aligerar el flujo entre las ciudades de El Paso y Ciudad Juárez (México), según informó EFE.

La secretaria de seguridad nacional Kirsten Nielsen afirmó en la orden que en la zona en cuestión hay "un alto cruce de ilegales", en alusión a los inmigrantes indocumentados.

Uno de los grupos ecologistas que planea demandar al gobierno de EE.UU por esta decisión es el Centro para la Diversidad Biológica.

"El muro divisorio de Trump es un desastre humanitario y ambiental, y no hará nada para detener el tráfico ilícito de drogas o humanos", declaró Brian Segee, abogado del grupo, a The Washington Examiner.

"La suspensión tiene como objetivo permitir la construcción del muro fronterizo sin tener que cumplir con las leyes que protegen el aire limpio, el agua potable, las tierras públicas o la vida silvestre en peligro de extinción", señaló en un comunicado la organización, que el año pasado ya demandó a la Administración Trump por suspender una serie de normas medioambientales para levantar el muro en la zona de San Diego, California.

"Más allá de poner en peligro la naturaleza salvaje, las especies amenazadas y las tierras públicas, el muro fronterizo entre Estados Unidos y México es parte de una estrategia más amplia de militarización fronteriza que daña los derechos humanos, libertades civiles, tierras nativas, negocios locales y relaciones internacionales", dijo el grupo.