LIVE STREAMING
Una mujer hondureña, sosteniendo a su hijo de 1 año, se rinde ante agentes de la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. cerca de McAllen, Texas (David J. Phillip/AP)
Una mujer hondureña, sosteniendo a su hijo de 1 año, se rinde ante agentes de la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. cerca de McAllen, Texas (David J. Phillip/AP)

Trump quiere más separaciones familiares porque “sí son efectivas”

Según declaró el presidente el día sábado, su Administración estaría considerando una nueva política de separación de familias en la frontera entre México y…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Dinero más barato?

¿Listos para la deportación?

La alarma de los drones

¿Cómo proteger sus derechos?

TikTok pierde de nuevo

La cacería avanza

¿De dónde vino el covid?

Trump promete y cumple

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

“Si sienten que habrá una separación, entonces no vendrán”, dijo el presidente estadounidense Donald Trump a los reporteros desde el jardín sur de la Casa Blanca el pasado sábado, en referencia a las medidas que estaría considerando su Administración para impedir la migración transfronteriza.

La contemplación de estas nuevas políticas había sido reportada por el Washington Post la semana pasada, y se tratarían de una nueva oleada de separación de familias indocumentadas que intentan ingresar al país a través de puertos de entrada en la frontera con México.

Según explicó el Post, el gobierno estaría evaluando entre “detener a las familias que buscan asilo juntas durante 20 días, dándole a los padres la opción de quedarse detenidos con sus hijos durante meses o años mientras proceden sus casos” o “permitir que los niños sean llevados a albergues gubernamentales para que otros familiares o responsables procedan a buscar la custodia legal”.

Al parecer, tanto el presidente como su Administración no descansarán hasta conseguir implementar medidas coercitivas para reducir la inmigración indocumentada en la frontera, aún cuando ello implique retar nuevamente los límites de los derechos humanos.

Después de que el gobierno implementara su primera política de tolerancia cero, activistas y organizaciones por los derechos humanos se manifestaron en contra por considerarle una violación a los derechos humanos y cuyas secuelas psicológicas se anidaban en el maltrato y en la inhumanidad.

Simultáneamente, una corte menor obligó al gobierno a suspender las medidas y a reunificar a las familias, algo que el Departamento de Salud y Recursos Humanos cumplió a regañadientes, desencadenando un caos administrativo que terminó en la saturación de los recursos y espacios, así como en la separación definitiva de muchas familias.

La respuesta del gobierno ha sido entonces la de buscar la manera de mantener a los niños detenidos durante más tiempo junto a sus padres, con tal de no permitir el ingreso de más inmigrantes indocumentados al país.

Sin embargo, el número de cruces en la frontera no ha disminuido, en contradicción con las aseveraciones presidenciales. Un reporte del Washington Post durante el mes de agosto reveló que “el número de familias inmigrantes detenidas en la frontera con México se ha mantenido casi sin cambios entre los meses de junio y julio”, donde el porcentaje ha sido mínimo pasando de 9.485 en mayo y 9.434 en junio a 9.258 en julio.

Aún así, el gobierno insistirá en el argumento de la desmoralización de las familias y probablemente mantendrá tras las rejas a miles de niños más.