Seguirle la pista a todo lo que sucede en Estados Unidos en este momento es una labor cada vez más ardua.

Mientras el país se concentraba en la victoria demócrata durante las elecciones de mitad de período, el San Francisco Chronicle reportaba un escandaloso número de niños inmigrantes indocumentados bajo custodia federal.

Por primera vez, 14.000 niños se encuentran detenidos en campos improvisados por el gobierno tras la implementación de su política de tolerancia cero, y esta cifra “no muestra signos de desaceleración” mientras el gobierno de Trump insiste en sortear las medidas para mantener a los menores de edad detenidos durante períodos de tiempo más largos.

Según explicó el medio, para el 16 de noviembre “14.556 menores inmigrantes sin acompañante se encontraban bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos”.

Estas cifras fueron facilitadas por un funcionario del gobierno, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos confirmó posteriormente que “el total había alcanzado aproximadamente 14.000”.

Esta cifra es un síntoma más de la crisis desencadenada por el gobierno en su esfuerzo por frenar la inmigración indocumentada en el país.

Para Mother Jones, uno de los agravantes de la situación es precisamente la agresividad del gobierno cuando de detener inmigrantes indocumentados se trata. “Mientras que muchos de los niños esperan ser liberados a guardianes o miembros de la familia que los acogerán, muchos de ellos se han visto desanimados por una nueva política que permite a los agentes de inmigración y aduanas realizar verificaciones de antecedentes”, explica el medio. “Docenas de inmigrantes han sido arrestados por funcionarios de ICE mientras intentaban presentarse como guardianes”.

Si bien el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha argumentado que se trata de un mecanismo para “abordar la crisis en la frontera” y “evitar el tráfico de humanos, la explotación y el abuso”, la retórica presidencial y la agenda política de la administración parecieran demostrar que se trata de una postura anti-inmigrante generalizada.

Entre la militarización innecesaria de la frontera, los intentos de sortear el Acuerdo Flores en los tribunales e intentar suspender el acceso al asilo en la frontera, el presunto nuevo plan del gobierno es el de ofrecer dos opciones a los padres detenidos en espera de las audiencias de deportación.

Según reportó The Hill, los padres podrán “permanecer detenidos con sus hijos por un tiempo indefinido o permitir que sus hijos sean separados y llevados a un refugio del gobierno para que otro pariente o tutor pueda tomar custodia de ellos”.

De una u otra manera, es un juego de suma cero para los inmigrantes.