Mientras los legisladores y el público parecieran olvidar la situación que viven los jóvenes indocumentados llegados al país cuando niños (mejor conocidos como Dreamers), líderes y miembros de la comunidad católica demuestran que la lucha sigue viva.

Este martes más de 200 curas, monjas y activistas religiosos ocuparon el jardín a las afueras del edificio del Capitolio, según reportó RT. Un grupo más pequeño se organizó en un círculo cerca del edificio de la oficina Russell donde exigían la protección a los jóvenes.

La Hermana Elise García de Michigan dijo al National Catholic Reporter que “se exponía a ser arrestada como acto de solidaridad”: “A los miembros del Congreso les digo: arresten a una monja, no a un Dreamer”.

Sólo algunos representantes demócratas hicieron acto de presencia ante la demostración, incluidos el Senador Richard Durbin (Illinois), Tim Kaine (Virginia) y el representante Thomas Suozzi (Nueva York), según continúa el reporte.

Asimismo, el obispo franciscano John Stowe de Lexington (Kentucky) habló al público concentrado solicitando una ley de protección “limpia” y llamando la atención sobre el creciente silencio sobre el asunto. “Debemos mantener la atención en esto y no relegarlo. No es justo con los Dreamers, que viven en constante miedo de lo que pueda pasar,” aseguró. “La reforma migratoria es nuestra meta a largo plazo. La dignidad humana no depende de tu estatus.”