La última vez que un Latino fue gobernador de Arizona fue en 1974… si, 1974.

44 años después, y bajo una Administración fuertemente anti-Latino y conservadora, David García – veterano y experto en educación – ha surgido como el favorito de los Demócratas para la contienda electoral de noviembre por la gobernación del estado.

En medio de una profunda crisis educativa, los votantes en el estado deberán elegir entre su actual gobernador, Doug Ducey, quien ha enfrentado álgidas protestas por parte de los educadores por tener uno de los sueldos más bajos del país, y un candidato Latino apoyado por la maquinaria progresista y con una campaña política de base.

Siguiendo la estructura de campañas exitosas a nivel nacional, como la de Alexandria Ocasio-Ortiz en Nueva York o Andrew Gillum en Florida, García adoptó una postura más “izquierdista”, apoyando la abolición de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) y el establecimiento de un Medicare para todos, según reportó el Huffington Post.

“Arizona decidió”, dijo el candidato durante su discurso de victoria en un bar en Phoenix. “Dijeron que estamos listos para poner la visión por encima de la división. Queremos esperanza sobre miedo. Queremos confianza sobre deshonestidad y, a partir de hoy, el libro de jugadas Trump/Arpaio/Ducey está llegando a su fin”.

Sin embargo, su guerra no está ganada, y deberá enfrentar a un candidato Republicano difícil en noviembre.

Según explicó el Arizona Capitol Times, “el camino de García hacia la victoria ya parece arduo. Ducey, con su cofre de guerra masivo y el apoyo financiero de la Asociación de Gobernadores Republicanos, cubrirá los medios con avisos publicitarios promocionando su campaña”, que cuenta con “9.2 millones de dólares en tiempo de publicidad para evitar que un demócrata gane la gobernación”.

Ducey ha enfocado su campaña en la apuesta por la seguridad fronteriza y la creación de trabajos, promoviendo incluso un nuevo programa llamado la Border Strike Force, explicó Associated Press.

Sin embargo, García aprovechó el descontento generalizado en la comunidad educativa, la oleada progresista en el país y su perfil hispano para posicionarse como el candidato Demócrata “ideal”.

“García cree que su amplia experiencia en política educativa lo prepara mejor para el trabajo”, reportó Teen Vogue. “Anteriormente se desempeñó como Superintendente Asociado del Departamento de Educación de Arizona y como analista de investigación para el Senado del Estado de Arizona (…) Su plataforma apoya el aumento de los impuestos en un 1% para quienes dice que pagan menos que las familias de clase media y baja, para restaurar la financiación de la educación. Incluso hizo campaña en un autobús escolar convertido”.

García se suma así a los candidatos Demócratas, progresistas, que rechazan el apoyo de los Comités de Acción Política y que han adoptado la “fórmula Sanders” para ganar candidaturas que prometen una radical oleada azul en noviembre.