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Más de 600 empresas que se registraron para demostrar su interés en participar en la construcción del muro fronterizo del presidente Trump desde fines de febrero, 62 son empresas “de propiedad hispano americana”. EFE
Más de 600 empresas que se registraron para demostrar su interés en participar en la construcción del muro fronterizo del presidente Trump desde fines de febrero, 62 son empresas “de propiedad hispano americana”. EFE

[OP-ED]: Los hispanos muestran diversidad de opiniones—incluso en cuanto al muro de Trump

Hubo un momento en “Bordertown”, la serie animada, y ahora difunta, de Fox, en que el protagonista, un inmigrante mexicano llamado Ernesto González, despotrica…

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Ernesto, dueño exitoso de una empresa de jardinería, se queja de que los inmigrantes ilegales eluden un muro fronterizo recién construido para instalarse allí y sacarle su trabajo de jardinería cuando de repente, se oye un angélico “ding” y dice: “¡Oigan, me acabo de convertir en un verdadero estadounidense!”

Imaginé como cinco docenas de “dings” cuando leí en el Guardian que de las más de 600 empresas que se registraron para demostrar su interés en participar en la construcción del muro fronterizo del presidente Trump desde fines de febrero, 62 son empresas “de propiedad hispano americana”.

Según el Guardian, cuando el Departamento de Seguridad del Territorio publicó un aviso de pre-solicitación para contratistas, a fin de que “diseñaran y construyeran ... varios prototipos de estructuras de muros” para el proyecto fronterizo de entre 10.000 y 21.000 millones de dólares, las empresas latinas actuaron pragmáticamente.

“Por motivos del medio ambiente es tonto. Desde un punto de vista económico, es tonto,” dijo Patrick Balcázar, propietario de San Diego Project Management PSC, una empresa de construcción y diseño de Puerto Rico, que figura como una de las que respondió al aviso del gobierno. Expresó al Guardian: “Defiendo su derecho a ser estúpidos. Si quieren construir un muro, voy a construir el mejor muro y voy a pagar a mi gente.”

Mario Burgos, hijo de padre ecuatoriano y una madre cuya familia emigró a Estados Unidos de Europa, es dueño de una empresa de construcción. Burgos expresó a CNN Money: “No es una cuestión anti-inmigrante para mí. Se trata de crear fuentes de trabajo. Y honestamente [es] como cualquier otro trabajo.”

Esos cálculos pragmáticos podrían parecerles una herejía a algunos latinos y serían casi impensables para los no-hispanos. Hay mucha gente por ahí que no puede imaginar que los hispanos sean capitalistas de éxito, que priorizan sus propios intereses sobre la solidaridad étnica.

Para ese sector de la población, casi todos los latinos viven en el país ilegalmente, no han recibido educación formal y son pobres.

La realidad es que el interés de las empresas de dueños latinos en construir el muro es simplemente un ejemplo de alta visibilidad de la diversidad socioeconómica y política de la población hispana de Estados Unidos.

Irónicamente, es esa diversidad la que a menudo enfrenta a miembros de lo que a menudo es visto por los de afuera como una comunidad hispana homogénea.

Hace unas semanas, Mario Carrasco, columnista de la revista digital MediaPost, preguntó si los hispanos prósperos deben considerarse como parte del mercado general para propósitos de publicidad.

“Utilizando datos que obtuvimos en nuestro estudio más reciente de Sentimiento del Consumidor, aislamos a los hispanos que ganan más de 70.000 dólares en ingresos familiares anuales. Cuando comparamos esos datos con los datos del mercado general, vimos marcadas similitudes. Eso me hizo formular la pregunta, ¿se debería considerar a los hispanos prósperos como Mercado General?”

Como es especialista en marketing, comprendí a qué apuntaba Carrasco--los anunciadores siempre quieren agrupar a la gente con marcadas similitudes en categorías fácilmente comprendidas. Sin embargo, algunos se ofendieron.

En su boletín diario, Víctor Landa, redactor jefe de NewsTaco, un sitio Web de noticias centradas en los hispanos que se anuncia como “Alimento para el Pensamiento del Latino Pensante”, señaló: “Suena tremendamente elitista y discriminatorio. Porque suena como que están diciendo que los latinos que ganan 70.000 o más dólares deben ser considerados blancos. … Qué, ¿no valemos lo suficiente hasta que ganamos 70.000 dólares? Es tonto.”

Eso es lo que pasa con los hispanos--somos tan diversos que prácticamente no hay nada en lo que “todos” podamos estar de acuerdo.

En forma similar, el National Institute for Latino Policy recientemente publicó los resultados de su Encuesta Nacional de Opinión Latina para Líderes, que cuantifica opiniones opuestas.

Una pregunta decía: “Al pensar ahora en algunos de los actos de Donald Trump desde que asumió funciones, ¿diría usted … que aprueba o desaprueba … la orden de la construcción del muro a lo largo de la frontera sur con México?” Alrededor del 88 por ciento de los encuestados mexicanos, 73 por ciento de los puertorriqueños y 83 por ciento de “otros latinos” indicaron que desaprobaban.

Pero eso también significa que el 12 por ciento de los líderes que se auto-identifican como mexicanos, 27 por ciento de los que se identifican como puertorriqueños y 17 por ciento de los “otros latinos” indicaron que aprobaban.

En ese contexto, es una sorpresa que un número mayor de empresa de dueños hispanos no haya respondido al anuncio inicial sobre el proyecto de muro fronterizo--y no se sabe qué porcentaje de los contratos irá a los latinos.

¿Cómo interpretar todo esto? Nos encogemos de hombros y exclamamos: “¡Sólo en Estados Unidos!”