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Cuando se pone el acento en el idioma

Cuando se pone el acento en el idioma

CHICAGO –  Las tensiones crecieron durante el testimonio que precedió a la votación final del Senado estatal sobre la ley de las ciudades santuario de Texas —y…

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Antolín
Aguirre, un representante de la "Coalición de Austin para los derechos de los
inmigrantes", comenzó a enumerar sus inquietudes sobre esta ley al estilo de la
de Arizona, a miembros del "Comité de transporte y de seguridad del territorio"
del Senado estatal. Unos minutos después de iniciar su testimonio, el senador
Chris Harris lo paró en seco.

"¿Comprendí
correctamente que él ha estado aquí desde 1988?", preguntó Harris al traductor
de Aguirre.

El
mismo Aguirre respondió en un inglés casi sin acento: "Sí, señor. Es correcto".

Harris
preguntó entonces a Aguirre: "¿Por qué no está hablando en inglés, entonces?
¿Ha estado aquí 23 años?"

Según
el video de su testimonio, Aguirre comenzó a decir, en un inglés muy claro, "Bueno,
hablo inglés pero … ." Después continuó en su lengua madre: "El motivo es que
conozco el idioma pero prefiero, porque es la primera vez (que testifico),
prefiero hacerlo en español con un traductor."

El
traductor, que había estado luchando para traducir correctamente el deliberado
discurso de Aguirre, tradujo sólo lo siguiente: "El español es su lengua madre
y … prefiere hacerlo en español". Lamentablemente, eso dio la impresión, a los
que no comprendieron los comentarios originales de Aguirre en español, que no
podía hablar inglés.

En ese
momento, Harris lazó: "Es insultante para nosotros. Es muy insultante. Y si
sabe inglés, debe hablar en inglés". Esto causó la reacción de los asistentes.

Pero
cuando todos se calmaron, Aguirre completó sus comentarios  mediante el traductor y terminó con
"Gracias. Que Dios los bendiga", en un inglés casi perfecto.

¿Por
qué, entonces, no concluyó sus comentarios en lo que parecía ser un inglés casi
perfecto? ¿Por qué, al continuar en español y permitir que un traductor
imperfecto hablara por él, dejó a los legisladores de Texas con el mismo,
aburrido estereotipo del inmigrante que viene a este país y no se molesta en
aprender inglés?

No lo
sé porque no pude encontrar a Aguirre para preguntarle  qué pensó sobre el desagradable
enfrentamiento. Pero aún así, no podemos juzgarlo.

Cuando
alguien se expresa en su segundo idioma, los mayores riesgos no se refieren a
la sintaxis y la pronunciación sino a cómo será oído. Hablar inglés es
increíblemente difícil, puede causar ansiedad e incluso ser arriesgado,
independientemente de cuán competente se sea, porque los angloparlantes pueden
tener pensamientos desagradables cuando oyen su idioma hablado con acento.

Numerosos
estudios en las dos últimas décadas han hallado que se percibe a la gente que
habla inglés con acento extranjero como menos inteligente, en general, y menos
profesional en el lugar de trabajo. Lo que es aún peor, en algunas instancias,
los oyentes pueden percibir un acento cuando no lo hay, por el color de la tez
o las facciones del rostro. Recientemente, un estudio de la Universidad de
Chicago halló que una muestra de estadounidenses a quienes se pidió que
escucharan declaraciones de hablantes nativos y no-nativos de inglés pensaron
que las declaraciones hechas con acento extranjero eran menos veraces.

Para
alguien que habla inglés como segundo idioma, es una gran carga que arrastrar,
sin importar cuántos años uno lleve en el país o qué buena sea su
pronunciación. Tras superar con esfuerzo la escasez de clases de inglés para
recién venidos y numerosas barreras para lograr fluidez en el habla, cada día
brinda la oportunidad de que se rían de uno por su dicción. Es triste, ya que
el inglés que se está abriendo camino para llegar a la fluidez es la voz estadounidense
por antonomasia.

Ojalá
Aguirre se hubiera arriesgado a lucir su inglés, pero todos deberían ser
capaces de comprender los nervios que debe producir testificar sobre un asunto
controvertido frente a legisladores que parecían andar a la caza de uno desde
el comienzo.

Los
estadounidenses tienen derecho a enojarse con los inmigrantes que no intentan
con ahínco, o para nada, aprender inglés —no voy a fingir que no andan por ahí
pegados a los programas de TV en su lengua madre, lo que a mí tampoco me hace
feliz. Pero debemos apoyar a los que aún no dominan el idioma, sin atacarlos en
público.

Notas del traductor

(1)Práctica en la que la policía usa la raza
o el grupo étnico como base para considerar a un individuo sospechoso de un
delito.

© 2011, The Washington Post Writers Group