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Una residente hace uso de los espacios computacionales de Philadelphia OIC para someter solicitudes de empleo en línea. (Dominique Johnson/Al DÍA News)
 
 
Una residente hace uso de los espacios computacionales de Philadelphia OIC para someter solicitudes de empleo en línea. (Dominique Johnson/Al DÍA News)
 
 

La crisis digital de Filadelfia

Las familias de bajos ingresos —especialmente las de afroamericanos y latinos— constituyen una porción desproporcionada de los millones de hogares que no…

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Harriet Acham tenía problemas constantes con el Internet de su casa. La señal se iba, solo para volver en un rato. Una  verdadera molestia dado que Acham y su familia, compuesta por un total de cuatro miembros, dependen de una conexión estable para poder realizar actividades diarias, como las tareas escolares de sus hijos.

Su proveedor de Internet, Verizon, envió a técnicos para evaluar el problema, según Acham. Sin embargo este continuó durante semanas. Verizon lo atribuyó a una caja de fusibles dañada que eventualmente arregló. Pero en el tiempo que transcurrió antes de que la repararan, Acham dijo que ella y su familia se sintieron totalmente desconectados.

“No teníamos nada”, dijo Acham, de 51 años de edad. “No teníamos teléfono de línea fija, ni Internet ni nada”.

El hijo de Acham, estudiante de cuarto grado en la escuela secundaria Boys Latin of Philadelphia Charter School tenía que entregar proyectos pero no podía hacerlo debido a su conexión de Internet y fue aplazado.

Según Acham, se notificó a los maestros sobre la situación de su hogar y ellos pidieron que el hijo de Acham encontrara una fuente alterna de conectividad de Internet.

“Él tiene un teléfono, pero su uso es limitado”, dijo Acham. “Nuestra biblioteca está siendo renovada por lo que alguna vez tuvimos que ir a la casa de otra persona para tener acceso a Internet. Pero aun así no podíamos obtener la información correcta o imprimirla”.

Antes de cambiarse a Verizon, Acham contaba con el servicio de Comcast. Sin embargo, por la situación de desempleo de su esposo, no pudieron seguir haciendo los pagos. 

Ella había escuchado sobre el programa de Comcast Internet Essentials, que provee conexión a Internet asequible para familias de bajos ingresos, a través de información que había recibido de la escuela de su hijo. Sin embargo nunca se registró en dicho programa, y una vez que su servicio terminó debido a un saldo pendiente, cambió a Verizon.

Acham tuvo dificultades con la curva de aprendizaje de la nueva tecnología, agregó. Cuando ella estaba en la escuela, no existía educación formal sobre los avances tecnológicos actuales. De esto solo se hablaba entre los amigos.

Debido a que Internet se ha convertido en una necesidad, se ha hablado mucho sobre lo que se puede hacer para salvar las distancias entre quienes tienen y quienes no tienen acceso a la misma.

Existen residentes de Filadelfia que pueden dar fe de que no tienen su propia computadora de escritorio o portátil, y que solo se pueden conectar a Internet mediante el uso de sus teléfonos inteligentes. Existen quienes, como Acham, dependen de su biblioteca local para usar las computadoras.

Niveles de desconexión

El análisis realizado el año pasado por Pew Research Center reveló que la mayoría de los hogares estadounidenses con niños en edad escolar tienen acceso de banda ancha —alrededor del 82,5 por ciento, cerca de 9 puntos por encima del promedio con respecto a todos los hogares—.

Con aproximadamente 29 millones de hogares en los EE. UU.  con niños de entre 6 y 17 años, esto significa que cerca de cinco millones de hogares con menores en edad escolar no cuentan con un servicio de Internet de alta velocidad en casa, según el estudio de Pew Research Center elaborado con información de la encuesta comunitaria estadounidense realizada por la Oficina del Censo de los EE. UU. Las familias de bajos ingresos —especialmente las de afroamericanos y latinos— constituyen una porción desproporcionada de esos cinco millones.

“En cuanto a lo que es realmente la división digital, están los que tienen y los que no tienen”, le dijo Harry Fishburn, especialista en innovación y competencias digitales de la Oficina de Innovación y Tecnología de Filadeflia, a AL DÍA. “Conforme la tecnología continúa floreciendo y conforme todas estas cosas diferentes se vuelven cada vez más dependientes de la tecnología, todo lo que uno solía poder hacer de forma personal o para lo que tenía una opción en línea, ahora se está volviendo completamente automatizado”.

Además de su trabajo con OIC, Fishburn también forma parte de una red más grande denominada programa KEYSPOT —una coalición de grupos comunitarios de toda la ciudad comprometidos con llevar el acceso, capacitación y tecnología de Internet a todas las comunidades de Filadelfia—.

Fishburn es además parte de E-gadget Helpdesk, un servicio introducido en el invierno de 2012, cuyo objetivo es ayudar a las personas digitalmente analfabetas a entender cómo operar sus nuevos aparatos, como tabletas y teléfonos inteligentes.

“Sin duda he visto a personas perdidas; sin duda las he visto como diciendo, ¿por dónde empiezo?”, dijo Fishburn. “Pero también existen todas estas cuestiones de los cobros, formularios, solicitudes de beneficios... La comunicación general con los contactos profesionales y personales, todo se vuelve cada vez más en algo que se hace en línea. Así que, junto con las competencias para estar en línea, uno necesita contar con las destrezas fundamentales básicas para sentirse cómodo con una computadora”.

Fishburn dijo que entiende el argumento respecto a estar en línea: si una persona es propietaria de un teléfono, está de alguna forma conectada.

No obstante, siente que se puede hacer más en cuanto a las competencias digitales. Saber cómo usar un teléfono es un excelente primer paso, pero saber cómo usar y operar una computadora tiene sus beneficios.

“Los teléfonos son formas bastante accesibles para la población de bajos ingresos debido a su precio, y si uno firma un contrato de servicio uno puede obtener un teléfono y uso ilimitado”, dijo Fishburn. “Así que uno verá a muchos entre esa población que podrán tener acceso a Internet en sus teléfonos. Eso es maravilloso, pero al final del día, para desarrollar las competencias que serán útiles en el lugar de trabajo, uno podrá tener el teléfono y le proporcionará ciertas competencias digitales pero tendrá que contar con algunas destrezas fundamentales que provienen de la computadora tradicional”.

Fishburn dijo que es necesario que exista una banda ancha más asequible en el hogar, y cree que esto es uno de los factores más apremiantes que afecta a la división digital.

Agregó que este problema podría ser resuelto con la ampliación del Comcast Internet Essentials Program. 

El inicio del trabajo preliminar

Desde el 2011, Comcast ha invertido más de $240 millones en efectivo y apoyo en especie para financiar las iniciativas de competencias digitales a escala nacional, llegando a cerca de 3,2 millones de personas mediante nuestros socios comunitarios sin fines de lucro a escala nacional y local.

Internet Essentials fue lanzado en agosto de 2011, y en tan solo cuatro años ha conectado a más de dos millones de estadounidenses de bajos ingresos, o más de 500.000 familias, al poder de Internet en el hogar.

“Vemos mucha fortaleza en el impulso del programa”, dijo Bob Smith, vicepresidente de inversiones comunitarias de Comcast, en un correo electrónico. “Los primeros dos trimestres de 2015 han sido los mejores del programa, tanto a escala nacional como local”.

El programa ofrece el servicio de banda ancha de bajo costo por $9,95 al mes; la opción de adquirir una computadora lista para Internet por menos de $150; y varias opciones para tener acceso gratuito a capacitación sobre competencias digitales de forma impresa, en línea y en persona. Las familias que cumplen los requisitos incluyen aquellas que tengan por lo menos un hijo apto para participar en el National School Lunch Program. Y está abierto para estudiantes de escuelas parroquiales, privadas, chárter, cibernéticas y que reciben su educación escolar en casa (homeschooling).

Además, los niños que asisten a una escuela en el que por lo menos el 50 por ciento de los estudiantes reúnen las condiciones para participar en el National School Lunch Program son automáticamente elegibles para Internet Essentials. 

“Nos hemos enfocado en el norte y occidente de Filadelfia mediante alianzas con organizaciones como Philadelphia OIC y Peaples Emergency Center en donde apoyamos la capacitación gratuita en competencias digitales y apoyamos sus laboratorios de computación abiertos al público. Estos esfuerzos ayudan a impulsar no solamente las destrezas de las competencias digitales sino la conciencización sobre la división digital e Internet Essentials”, escribió Smith. “También ofrecemos apoyo financiero para organizaciones como Congresso, Conicilio, Boys & Girls Clubs, Big Brothers Big Sisters, YMCAs, PAL Centers, la Cámara de Comercio Hispana y más que usan ese financiamiento para crear centros de computación públicos y ofrecen una variedad de programas de capacitación en competencias digitales”.

A escala local, más de 70.000 personas individuales —más de 17.500 familias—han decidido participar en Internet Essentials. Smith dice que la compañía también invirtió más de $875.000 en capacitación en competencias digitales desde el año 2011. ¿El resultado? Las tasas de adopción de la banda ancha en la región aumentaron de un 70,7 a un 76,4 por ciento.

“A propósito, hemos conocido a cientos de familias que se han beneficiado de Internet Essentials y han compartido sus historias personales sobre cómo el programa los ayudó a mejorar sus calificaciones, encontrar trabajo presentar solicitudes a las universidades, y más”, dijo Smith. “Por ejemplo, hemos conocido a personas que recibieron una o más clases gratuitas de competencias digitales que nunca antes habían tenido contacto con una computadora y que ahora con las destrezas y la confianza adquiridas con el uso de la computadora e Internet están ofreciéndose como voluntarios para grupos comunitarios y de la iglesia, haciéndose cargo de la gestión de listas, plataformas de medios sociales, boletines informativos electrónicos, creando volantes y más”.

En Filadelfia, Comcast y el gobierno local pronto se asociarán durante cinco años con una organización local sin fines de lucro para ofrecerles a los residentes de Filadelfia de bajos ingresos que no tienen hijos de edad escolar la oportunidad de participar en el programa Internet Essentials por un monto de $29,95, del cual el cliente paga únicamente $9,95 y la organización paga $20.

Pero aún queda trabajo por hacer

Lo que está claro es que ni una sola compañía u organización sin ánimo de lucro ni un solo programa gubernamental puede resolver el problema de la división digital por sí solo”, dijo Smith.

El desafío más grande sigue siendo el de superar los problemas de la relevancia y las competencias digitales porque si alguien no logra ver el valor de Internet o de entender cómo usarlo, entonces no se les puede convencer de que lo necesitan.

Investigaciones realizadas por la Oficina de Censo, lNTIA y FCC, han revelado que el motivo más importante de la división digital es una mezcla compleja de problemas sobre la aparente falta de relevancia de Internet, falta de conocimiento sobre su valor o su utilidad. Las otras dos barreras son el costo de tener una computadora personal y el costo del servicio de Internet.

Acham dijo que ella aprecia lo que la municipalidad y Comcast intentan hacer, y que el precio que tiene Comcast por medio del programa Internet Essentials fue una buena idea.

Sin embargo, hay veces en que ella se encuentra recordando el plan del alcalde de Filadelfia, Michael Nutter, de brindar Internet gratuito a la ciudad mediante Earthlink.

Desafortunadamente, ese plan no fue tan exitoso como él esperaba.

“Nos hubiera ayudado”, dijo Acham. “Actualmente, estamos bien pero en educación, contar con Internet es una necesidad”.