Este jueves, en las instalaciones del Concejo, el alcalde Jim Kenney anunció su plan para rescatar al Distrito Escolar de Filadelfia de un posible déficit financiero y garantizar a todos los niños de la ciudad el acceso a una educación de calidad.

El apariencia, el plan es simple: desmontar la Comisión de Reforma Escolar (SRC), bajo control de Harrisburg hace 16 años, y reemplazarla por una Junta Escolar nombrada directamente por el alcalde de Filadelfia.

Teniendo en cuenta las enormes dificultades que atraviesa Pensilvania para tapar su hueco fiscal de $2.2 mil millones, y que la misma SRC proyecta un déficit de casi mil millones en el presupuesto del Distrito Escolar de Filadelfia para 2022, el alcalde le solicitó a la SRC que vote su propia disolución en la reunión que el cuerpo tendrá el próximo 18 de noviembre.

“En la actualidad, la responsabilidad [sobre el Distrito Escolar] es difusa entre tres cuerpos diferentes: el alcalde, el gobernador y la Asamblea General. Con frecuencia, esa responsabilidad se difumina más porque los miembros de la SRC permanecen en sus cargos incluso después de que el alcalde y el gobernador que los nombró dejan los suyos”, afirmó Kenney. 

La idea del jefe del gobierno municipal es devolverle a la ciudad la potestad financiera y política de su sistema de educativo, que incluye por igual escuelas públicas y las denominadas charter.

Para lograrlo, Kenney necesita que un par de cosas fuera de su control sucedan: Uno, que la SRC acoja su solicitud y decida disolverse –algo que la administración local da por hecho–. Dos, que el Secretario de Educación estatal confirme dicha decisión 180 días antes del fin del año escolar –algo que también dan por descontado– y despeje así el camino para que el alcalde nombre a un nuevo cuerpo.

Mientras eso sucede, Kenney deberá crear antes de fin de año un Panel de Nominación Escolar de 13 miembros, cuya misión será recibir las postulaciones, estudiarlas y sugerir los candidatos a conformar la nueva Junta Escolar de Filadelfia, un cuerpo de 9 miembros que le rendirán cuentas directamente al jefe de la administración local.

“El éxito de nuestros niños y de Filadelfia depende de la calidad de nuestras escuelas y estamos dejando el futuro de nuestra ciudad en manos ajenas. Si no tenemos escuelas de calidad en cada barrio, la gente que ha contribuido a frenar el decrecimiento poblacional no se quedará y los hijos de aquellas familias de escasos recursos no estarán listos para competir en la economía del siglo XXI”, afirmó el burgomaestre. 

En un discurso aplaudido unánimemente por los asistentes, el alcalde señaló que una de las razones principales que explican dicha medida es que la SRC proyecta un déficit de $105 millones en el presupuesto de la educación de Filadelfia para el período fiscal 2018-2019. 

Ese hueco fiscal podría alcanzar los mil millones de dólares en 2022, si el control del Distrito Escolar sigue estando en Harrisburg. en otras palabras, el plan del alcalde es evitar a toda costa que el Distrito Escolar siga sufriendo recortes presupuestales a costa de la calidad de la educación pública.

Los candidatos a conformar la nueva Junta Escolar deberán demostrar amplia experiencia en áreas como la administración, la educación, política pública y asuntos comunitarios. Se prevé que incluso padres de familia de estudiantes de escuelas públicas y charter tengan representación en ese cuerpo.