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Miguel Peralta. Greta Anderson / AL DÍA News
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Una pequeña bodega dominicana se plantea expandir su negocio

Miguel Peralta agradece a la Cámara de Comercio Hispana de la Región de Filadelfia su labor de ofrecer talleres y recursos de formación básicos a propietarios…

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La Cámara de Comercio de la Región Metropolitana de Filadelfia (GPHCC, por sus siglas en inglés) dieron a Miguel Peralta, dueño de una pequeña tienda de barrio dominicana, los recursos necesarios para entender y tomar el control de la operativa de su bodega.

En base a esos recursos, Peralta y su esposa Rosario Diaz planean ahora comprar el edificio donde se ubica su tienda, en la N. 16th St, añadiendo un mercado y un restaurante al negocio, y abrir una segunda tienda en la esquina entre N. 9th y W.Huntington St. A través de la GPHCC, Peralta hizo contactos con diversos profesionales bilingües de origen hispano, como abogados, contadores o expertos en seguros y redes sociales.

La Cámara también puso en contacto a Peralta con diversas instituciones que pueden ofrecerle créditos a bajo interés, como Merchant Fund, que le ofreció una ayuda de 10,000 dólares. Tener acceso al capital es una de las partes más difíciles para los inmigrantes, explicó Peralta, porque suelen llegar a los Estados Unidos sin ningún tipo de historial financiero y en la la mayoría de casos desconocen cómo funciona la logística de montar un negocio.

“Cuando uno llega a este país, no tiene acceso a crédito, ni del bueno ni del malo, porque ha llegado como inmigrante”, explicó Peralta. “Así que los bancos no le prestan dinero. No le ayudan. Eso puede deberse a su falta de historial, o quizás a que no ha reportado suficientes ingresos al IRS”.

Según el empresario dominicano, los contactos con otros profesionales hispanos de la comunidad le fueron muy útiles para reducir la brecha de aprendizaje. Lo más importante, dijo Peralta, es que ha aprendido a evaluar las opciones de préstamos, y a reducir el riesgo de perder su negocio por tener que pagar intereses demasiado altos.

Rosario Diaz

El objetivo de la Cámara es evitar que los dueños de tiendas hispanos tomen demasiado dinero prestado informalmente por personas de su comunidad, algo que, según el Director de Programas de la GPHCC Jimmy Durán, hacen la mayoría de los inmigrantes recién llegados. Estas transacciones son inseguras y dejan a los empresarios latinos vulnerables a altas tasas de interés, y contratos sin el respaldo de las instituciones. Y esto era algo que Peralta quería evitar también:

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"Podemos tomar prestado dinero de instituciones informales, de personas como nosotros, dominicanos en Filadelfia, que sí, pueden tener el dinero para hacernos un buen préstamo", dijo Peralta. "...algunas veces, si compras un negocio con este dinero y pierdes el negocio porque tienes que pagar demasiado interés. Pierdes tu espacio de maniobra para hacer negocios".

La comunidad dominicana es la propietaria de alrededor del 80 por ciento de todas las bodegas de la ciudad, dijo Durán. La tienda de Peralta tiene un formato típico de “corner store” ahora, pero una vez que finalicen la compra del edificio, Peralta y Díaz planean ampliar la tienda para incluir un restaurante de comida informal y un supermercado más formal, donde ofrecerán opciones saludables.

Su visión de restaurante y mercado también incluye contratar de tres a cinco empleados asegurados más, y los dos quieren instalar un sistema POS automatizado en el que el pedido y el pago de los alimentos sea completamente automático. Esperan optimizar el tiempo de los clientes y brindar opciones más saludables, que reconocen como una prioridad para las bodegas de la ciudad. Las llamadas “corner store” desempeñan un papel importante en las comunidades con bajos ingresos de Filadelfia, donde las bodegas a menudo son la única opción al alcance de los vecinos para comprar comestibles.

La tienda de Peralta está en un lugar único del norte de Filadelfia, a pocas manzanas del Hospital Universitario de Temple. Peralta dijo que su clientela incluye a una mezcla de estudiantes y trabajadores de camino al campus, así como a miembros del vecindario, mayoritariamente afroamericano. GPHCC se interesó específicamente en Peralta por su iniciativa personal y por la ubicación de su tienda, y se volcó en analizar el vecindario y la clientela, y en abogar para que los prestamistas inviertan estratégicamente sus recursos en el plan de expansión de Peralta.

"Vimos potencial en él, tiene la estructura. Bueno, tiene la visión ", dijo Durán. "Él representa la clase de gente que admite: “mi ego no se interpondrá en mi crecimiento. Ayúdame, porque yo no sé”."Así fue como pudimos involucrarnos".