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Immediately following an event at the Free Library of Philadelphia on March 2, Univision anchor Jorge Ramos visited AL DÍA News for a conversation with AL DÍA CEO Hernán Guaracao. Samantha Laub / AL DÍA News
Jorge Ramos visitó las instalaciones de AL DÍA, donde conversó con el CEO Hernán Guaracao, y un selcto group de amigos y calaboradores de este medio. Samantha Laub / AL DÍA News

Jorge Ramos: "Las Palabras Importan"

El aclamado periodista mexicano-estadounidense Jorge Ramos conversó con AL DÍA News sobre inmigración, los Dreamers y el futuro del español en los medios.

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Por momentos, todavía no parece real.

Por momentos, se hace difícil creer que en un país como Estados Unidos, construido por inmigrantes, casi 63 millones de personas votaron a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016, poniendo en el poder a un hombre que abanderó una campaña electoral saturada de propaganda y discursos anti-inmigración.

Por momentos, se hace difícil creer que el racismo y el odio que surge de la boca del presidente - desde llamar a los mexicanos criminales y violadores al inicio de su campaña, a intentar vetar la entrada de ciudadanos de países musulmanes a Estados Unidos o referirse a Haití y a algunos países africanos como “países de mierda”, como hizo hace dos meses.

Por momentos, se hace difícil creer que muchos americanos continúan defendiendo y justificando las actuaciones de este hombre, y que Trump siga teniendo tanto apoyo en todo el país.

Pero lo cierto es que lo sigue teniendo, y esta realidad no puede ser ignorada. Es algo que el aclamado periodista mexicano-estadounidense y veterano presentador de Univision, Jorge Ramos, entendió desde el primer momento en que Trump puso un pie en la política.

Para los que no estén familiarizados con los medios en español, quizás recuerden a Ramos por su cruce de palabras con el entonces candidato Trump en Dubuque, Iowa, en agosto de 2015, pues originó numerosos titulares. Durante una rueda de prensa, Ramos interrumpió a Trump para preguntarle sobre su intención de deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados y construir un muro de 1.900 millas de longitud a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.  

En respuesta, Trump ordenó expulsar a Ramos de la sala. Entonces, segundos después de haber sido empujado fuera de la sala por un guardia de seguridad, un seguidor del actual presidente se encaró a Ramos, espetándole: “Váyase de mi país”.

Ese momento, y todas las emociones que le generaron después, sirvieron a Ramos de fundamento para escribir su treceavo y último libro: Stranger: The Challenge of a Latino Immigrant in the Trump Era (“Extranjero: el reto de ser un inmigrante latino en la era Trump”). En el libro, que salió a la venta el pasado 27 de febrero, Ramos utiliza el famoso rifirrafe que tuvo con Trump para reflexionar sobre la inmigración, utilizando hechos y cifras para desmentir los mitos negativos propagados por la extrema derecha, como que los inmigrantes siembran el crimen y apenas contribuyen en nada a este país.

Ramos también aprovecha el libro para contar su historia personal como inmigrante. Nacido y criado en Ciudad de México, se mudó a los Estados Unidos en 1983 para escapar de la censura en su país de origen, que le impedía trabajar bien como periodista. Con sólo 2.000 dólares en el bolsillo  y un visado de estudiante, Ramos manejó hasta California para estudiar un año en UCLA Extension.

Casi cuarenta años después, Ramos es hoy un aclamado periodista, ganador de un premio Emmy, y quizás el rostro más reconocible en los medios de habla española de los Estados Unidos.

“Este país me salvó”, dijo Ramos en su entrevista con AL DÍA. “Este país me dio las oportunidades que mi país no podía darme”.

Como indica el título del libro,”Extranjero”, los sentimientos anti-inmigración que han ido calando en el discurso americano con la ayuda de personas como Trump, los miembros de su Administración y sus seguidores, han conseguido que Ramos se sienta a veces como un marginado en un país del que es ciudadano. Un país donde ha pasado más de la mitad de su vida y en el que han crecido sus dos hijos. Un país que él considera su hogar.

El pasado 2 de marzo, la Free Library de Filadelfia invitó a Ramos a presentar su libro, en un acto en el que asistieron unas 200 personas. Inmediatamente después de terminar la presentación, Ramos visitó las oficinas de AL DÍA para conversar con el CEO de este periódico, Hernán Guaracao. Este artículo recoge los momentos más interesantes de estos dos encuentros:

Extranjeros en América

“Las palabras importan”, dijo Ramos. Especialmente cuando vienen de alguien con influencia política. “Si el presidente Trump suelta comentarios racistas, tiene consecuencias”.

Ramos recordó que en su cruce de palabras con el entonces futuro presidente, Trump le espetó: “vuélvase a Univison”, una frase que, según él, tenía connotaciones más profundas.

“Básicamente, me estaba diciendo: “Vuélvase a su país, vuélvase a México”, explicó Ramos a AL DÍA. “No pertenece a este lugar”.

Para Ramos, el hecho de que un seguidor de Trump saliera de la sala de prensa lo suficientemente envalentonado como para soltarle que “se marchara de “su país”, solo prueba una cosa:

“Que el odio es contagioso”, dijo Ramos.

Entrando en detalle sobre este fenómeno que afecta a los Estados Unidos, Ramos dijo que el país está en medio de una revolución demográfica - se estima que en el 2044, todas las etnias de este país serán minorías.

“Mucha gente no se lo cree”, dijo Ramos. “Mucha gente quiere que América vuelva a ser blanca otra vez”.

Este deseo, anhelado por un lamentable número de americanos y reflejado en el presidente Trump, ha dejado a muchos inmigrantes como Ramos - latinos y de otras minorías - con la dolorosa sensación de no ser bienvenidos. Y lo peor de todo es que esta actitud anti-inmigrantes es que va en contra de los valores americanos.

“Lo que no entienden es que somos un país diverso, multicultural y multiétnico”, dijo Ramos. “Para mi, eso es algo bonito”.

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Confianza extraviada

Igual que muchos otros comentadores de noticias, antes de las elecciones de 2016 Ramos no creía que Trump tuviera posibilidades de ganar.

“Cometí un error”, dijo Ramos. “Pensé que nadie podría lograr entrar en la Casa Blanca sin el voto latino. Y eso es precisamente lo que ocurrió”.

De los 27 millones de latinos elegibles para votar en las elecciones de 2016, solo 13 millones acudieron a las urnas. Según Ramos, una razón que explica por qué menos de la mitad de los latinos con derecho a voto participaron en las elecciones es que durante los ocho años del mandato de Barack Obama, los Demócratas rompieron su promesa de introducir una reforma migratoria en el Congreso para ayudar a los indocumentados.

Además, Ramos resaltó que bajo la administración Obama fueron deportados unos 2.5 millones de personas.

“Creo que Barack Obama fue una inspiración para muchos de nosotros. Fue una figura histórica, pero en lo que se refiere a inmigración, no cumplió”, dijo Ramos. “Nos falló, y eso explica porqué muchos votantes latinos decidieron quedarse en casa.”

Sin embargo,esto no explica por qué un estimado 29% de los latinos que sí fueron a votar, lo hicieron por Trump. Esta estadística revela un rasgo de la naturaleza de los latinos residentes en Estados Unidos - sus creencias, sus valores, sus identidades - que, demasiado a menudo, suele ser pasado por alto:

“No somos un grupo monolítico”, dijo Ramos. “Somos, muy, muy diferentes”.

En referencia al futuro de los latinos en el proceso político estadounidense, Ramos está convencido de una cosa: la necesidad de más políticos latinos electos. A pesar de que los latinos representan cerca del 20% de la población de los Estados Unidos, solo un 30% de los miembros del Congreso son de origen hispano, recordó Ramos.

Para el reputado periodista, conseguir una representación adecuada en el gobierno es un reto que los latinos deben superar.

“Para los Dreamers, mis héroes”

Ramos empieza su libro con estas palabras, dedicadas a los Dreamers.

“Recuerdo que durante muchos años estuvimos buscando al nuevo César Chavez y la nueva Dolores Huerta de nuestra generación”, dijo Ramos a AL DÍA. “Ya no”.

Ramos entiende ahora  que su generación estuvo buscando de una forma incorrecta.  No se trataba de encontrar a uno o dos líderes latinos, sino a miles de ellos, y eso eso es exactamente lo que son los Dreamers.

A pesar del miedo a ser deportados, los Dreamers han conseguido valientemente que sus voces no sean ignoradas en este país. Gracias a su lucha, lograron que Obama implementara el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en 2012, y ahora que Trump intenta eliminar el programa, poniendo en riesgo la vida de miles de personas, los Dreamers se han convertido en un grano de pus en la agenda anti-inmigración del presidente, gracias a su batalla no solo por sus propios derechos, sino por los de todos los inmigrantes.

Ramos destacó que la actitud de los Dreamers es muy diferente de la de sus padres, gente que permaneció en silencio, en la sombra - con razón -  para proteger las vidas de sus niños.

Pero estos niños han decidido dar la cara, salir a la luz, presionando para lograr una reforma migratoria, igual que lo han hecho estos días los supervivientes del tiroteo mortal en Parkland, Florida, para exigir una ley de control de armas. Para Ramos, la valentía de todos estos jóvenes sirve de asombrosa inspiración:

“Están haciendo cosas muy bonitas, cosas increíbles”, dijo Ramos. “Están ahí delante,  plantando cara. No aceptarán un no por respuesta. No se quedarán esperando pacientemente una respuesta. Exigen un cambio”.

Resistir

Ramos termina su libro con una nota para sus dos hijos, Nicolás y Paola, en la que les exige “desobedecer”. Como han demostrado los Dreamers, Ramos dijo que resistir las injusticias ordenadas por los mandamases del gobierno americano es reponsabilidad de todo el mundo.

"Frente al racismo y la discriminación, hay que desobedecer", dijo Ramos a AL DÍA. "No podemos permanecer en silencio e invisibles".

"No se trata solo de mi consejo, sino que es la única forma de sobrevivir en este mundo hoy en día", continuó. "Callarse sería ser cómplices".

Ramos explicó que los periodistas como él deben jugar un papel crucial en la desobediencia cuando los que están en la autoridad abusan de su poder, como el presidente Trump.

"Nuestro papel es cuestionar ese abuso y asegurarnos de responder con hechos, no con emoción, sino con hechos", dijo Ramos. "No podemos permanecer neutrales frente a todos estos abusos". No podemos".

Sobre el futuro del periodismo

Ramos cree que el futuro de los medios en español no corre peligro (por ahora).

También aseguró que seguirá habiendo audiencia para las noticias en español, siempre y cuando los inmigrantes de América Latina continúen llegando al país en la cantidad que lo hacen ahora. Confía en que éste seguirá siendo el caso durante los próximos 25 años más o menos, aunque el escenario puede cambiar en 50 o 75 años.

En cuanto a los hijos de inmigrantes latinos, la mayoría de los cuales prefieren los medios en inglés que en español, Ramos dijo que es importante encontrar la manera de conectar con ellos, como lo ha hecho Univision con su cadena experimental alternativa, Fusion. Ramos dijo que cuando Univision concibió la idea, la cadena se propuso atraer a una audiencia hispana más joven.

Sin embargo, antes del lanzamiento de Fusion, Univision realizó un estudio y descubrió que "los jóvenes latinos no querían ser identificados como tales".

"Su mensaje era: 'si desea comunicarse con nosotros, hágalo mediante un canal abierto para todo el mundo'", dijo Ramos.

Así pues, en lugar de crear una cadena para jóvenes latinos, Univision concibió Fusion como una cadena dirigida a los millennials.

"Estos jóvenes latinos se sienten tan parte de los Estados Unidos que simplemente no querían que los pusieran en una canasta diferente", dijo Ramos.

A los aspirantes a periodistas, Ramos les aconseja que no sigan exactamente sus pasos.

"Creo que el papel del presentador va a desaparecer", dijo Ramos. "Los periodistas reales hoy en día son exactamente lo opuesto a los presentadores".

Ramos explicó que se está produciendo "una migración de las pantallas gigantes a las pantallas pequeñas", lo que indica que ahora las generaciones más jóvenes consumen menos noticias y contenido informativo de las cadenas de televisión y más de los medios digitales.

“Es una nueva realidad que las cadenas de medios deben aceptar”, dijo Ramos, y los mejores periodistas modernos ya han adoptado las redes sociales y otras plataformas digitales para transmitir noticias.

El periodismo está cambiando rápidamente, y como presentador de telenoticias, Ramos es consciente de que está pidiendo a sus espectadores que participen en un formato desactualizado.

"Les estoy pidiendo algo de la era prehistórica”, dijo Ramos. “Les estoy pidiendo que enciendan el televisor a las 6:30 para verme y enterarse de lo que pasó ese día. Si no me ven, si encienden el televisor un minuto antes o un minuto después, ya no estoy allí. Lo que quiero decir es, ¿quién va a esperar 24 horas para enterarse de lo qué está pasando?

"Ser presentador es ser un dinosaurio".

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