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Participantes en el campamento del verano en el sitio de Mighty Writers El Futuro crean “pulseras de canciones” el 19 de julio 2018. Foto: Emily Neil / AL DÍA News
Participantes en el campamento del verano en el sitio de Mighty Writers El Futuro crean “pulseras de canciones” el 19 de julio 2018. Foto: Emily Neil / AL DÍA News

Capeando el temporal con Mighty Writers El Futuro

La importancia de El Futuro, una organización sin fines de lucro que atiende a la comunidad mexicano-americana de Filadelfia, ha ido creciendo desde que Trump…

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Una tarde de julio, en el local de Mighty Writers El Futuro, ubicado en un pequeño edificio atrapado entre los vendedores del Italian Market, resonaban las voces de un grupo de niños enumerando en coro sus “cosas favoritas” de la famosa película “La novicia rebelde” con la ayuda de brazaletes de cuentas para mantener el tono.

Buscando un lugar más tranquilo y silencioso para hablar, el fundador y director de Mighty Writers, Tim Whitaker, explicó a AL DÍA News cómo Mighty Writers ha logrado también mantener el tono durante todos estos años, a pesar de los cambios políticos que han sacudido los Estados Unidos desde la fundación de esta organización sin fines de lucro, en 2009, y la apertura de su primer local en Filadelfia, en 2015. Hoy Mighty Writers tiene ya siete espacios en el corazón de la comunidad mexicano-americana de la ciudad. Los locales donde se forman estos “poderosos escritores”, (“mighty writers”) están pintados en colores brillantes y luminosos, proporcionando una sensación de seguridad, y están enfocados a empoderar y motivar las voces de los jóvenes latinos, muchos de los cuales provienen de la comunidad mexicano-americana, “tan asediada” bajo el gobierno de Trump, dijo Whitaker.

“Para nosotros, como organización, lo que hacemos es importante, ya que les damos apoyo … pero también es importante para que ellos sepan que no todo el mundo es como Trump, o simpatiza con él”, dijo Whitaker.

Muchos de los estudiantes que vienen aquí están preparados “para el peor escenario” en lo que se refiere a la aplicación de la ley de inmigración y las posibles deportaciones que puedan afectar a sus padres o familias. “Una locura, si te toca vivirlo de niño”, añadió Whitaker. “Es muy injusto que tengan que sufrir tanto nivel de miedo en sus vidas”.

Madeline Karp, directora del espacio El Futuro, dijo que los voluntarios e instructores del centro intentan que el mensaje de bienvenida sea lo más claro posible: “esperamos estar comunicando bien que nuestras puertas están abiertas, que ofrecemos un espacio seguro, que aquí se pueden expresar libremente, ser quienes son, y que no se les va a castigar por ello”, dijo. “Vengan tal y como son”, es el mensaje que quieren dar.

CConstruyendo Puentes

Karp, que es bilingüe, dijo que mantener una atmósfera donde profesores y alumnos puedan alternar entre el inglés y el español con fluidez y comodidad — por ejemplo, empezando una broma en inglés y terminándola en español “porque el chiste es mejor en español” — es muy importante cuando se quiere fomentar un entorno en que la mayoría de estudiantes latinos se sientan libres para expresarse sin tapujos en ambos idiomas y desarrollar sus habilidades de escritura sin la presión de tener que usar solamente un idioma.

Después de todo, en el mundo donde los estudiantes viven hoy no existen fronteras claras entre un idioma, una cultura y la siguiente. En una tarde de principios de agosto, los estudiantes del programa Teen Scholars de Mighty Writers se ríen y bromean, chequean sus celulares y sueltan frases en inglés y en español mientras hablan entre ellos sobre temas de jóvenes. Unos discuten sobre los diferentes significados de decir que están “enchilados” — sentir que les arde la boca después de comer algo picante —, y otros se entretienen explicando a una recién llegada a Filadelfia (esta reportera) cómo se deletrea y qué significa la palabra “jawn” ( ese “algo” indefinido) en el slang de la ciudad.

Karp dijo que el enfoque bilingüe y dual del centro también “satisface una necesidad” al facilitar la comunicación con los padres, muchos de los cuales se sienten más cómodos hablando en español. Una función que a veces se extiende más allá del espacio Mighty Writers:

“Muchas veces nos encontramos haciendo de vínculo entre los padres y las escuelas”, dijo Karp. “No sabes a cuantas reuniones de padres e hijos habré asistido, o cuantas veces he enviado un email a un profesor para decirle:’¿puede explicarme exactamente qué ocurre con ese alumno, para que pueda explicarle a su madre cómo puede ayudar a su hijo en casa?’"

Aunque el centro en sí es “muy moderno y progresista” a la hora de desarrollar las habilidades educativas, apostando por internet como instrumento de investigación y tecnología, Karp señaló que al mismo tiempo recurren a las relaciones interpersonales y el trabajo con papel y pluma. A menudo los padres vienen en persona al centro para inscribir a sus hijos, en lugar de llamar o rellenar un formulario online.

Para Irlanda Ramirez, cuyo hijo de 9 años cursó el programa escolar anual y ahora  participa en el programa de verano junto a sus dos sobrinos, de 10 y 8 años, el centro ofrece un programa “muy bueno, muy educativo”. Ramirez subrayó el hecho de que el programa de Mighty Writers anima a los estudiantes a ser voluntarios en las excursiones que se organizan cada viernes durante todo el campamento de verano, un aspecto muy valorado del programa.

Whitaker comentó que la idea inicial de crear el centro Mighty Writers El Futuro para la comunidad mexicano-americana de Filadelfia surgió de forma bastante natural: 

“Empezamos una vez a la semana en un pequeño local de South Street, después de que yo hiciera amistad con una activista de la comunidad. Me quedé muy impresionado… porque era los sábados por la mañana, a las 10 a.m, y todos los niños estaban ahí, puntuales”, dijo. Viendo el entusiasmo de los estudiantes y el gran tamaño de la comunidad mexicana en el área, enseguida empezaron a buscar un lugar permanente para abrir el centro.

De esos humildes principios, la organización ha pasado a ofrecer un programa completo de actividades con un propósito cada vez más necesario en el actual clima político.

Tomen notas, hablen alto

Con su oferta de clases gratuitas todo el año, incluyendo talleres y clases para todas las edades, desde niños pequeños a adolescentes, El Futuro se ha convertido en un espacio donde los alumnos aprenden a expresar sus opiniones de manera clara, de forma escrita y verbal, explicó el coordinador del programa, Mario Meza.

Meza, responsable del programa para escolares adolescentes, dijo que el aspecto más importante de su trabajo en Mighty Writers es “conseguir que [los estudiantes] sientan que tienen voz” — especialmente, en lo que se refiere a los problemas que les afectan, sus familias, y su comunidad.

Ese fue uno de los focos de su programa escolar anual, explicó Karp. Los instructores dejaron de dar clases de escritura durante un par de semanas para formarse sobre el artículo 2 de la Constitución, y así poder educar a los niños sobre los actuales poderes del presidente. La aportación clave, según Karp, fue descubrir que “esa enorme y temerosa figura en realidad no tiene mucho poder, no puede hacer lo que le dé la gana, así que aprendamos cuáles son sus limitaciones”.

“Creo que es muy importante que seamos capaces de hablar con los niños sobre este tipo de cosas y abordar los asuntos más graves, porque no son tan pequeños, se dan cuenta de lo que ocurre”, añadió.

Así que durante el último año escolar, cuando los estudiantes propusieron escribir redacciones consistentes sobre por qué sentían que Trump no debía ser presidente, los profesores accedieron — con una advertencia:

“Valoraremos sus redacciones, siempre y cuando no digan simplemente ‘porque es anaranjado, porque es viejo, porque es antipático…’ Queremos que realmente piensen sobre los motivos reales y utilicen un lenguaje más elevado para hablar de él porque, desafortunadamente, una de las cosas que aprendimos del tiroteo de Parkland es que cuando los niños se dirigen a los adultos en el mismo nivel de los adultos, la gente les escucha”, dijo Karp. “Así que hay que explicar a los niños que sus palabras tienen mucho poder, pero también que deben ser estratégicos a la hora de hablar”.

Recientemente, los estudiantes de Mighty Writers lograron tener voz con la realización de unos puntos de libro que acompañaban una donación de libros destinada a los niños detenidos en el centro de detención de familias de inmigrantes de Berks County. Aunque el centro decidió cancelar a última hora la entrega de los libros y rechazar la donación, Mighty Writers tuvo la oportunidad de conocer a otro centro menores y niños no acompañados llamado Holy Family, en Pittsburgh, que estaba dispuesto a aceptar la donación. Whitaker comentó que están planeando crear un movimiento y desarrollar mejores infraestructuras para impulsar la iniciativa de conseguir más libros en español o bilingües para niños inmigrantes recién llegados al país.

Karp dijo también que el deseo de los estudiantes del centro de conectar con los niños que han cruzado la frontera y han sido detenidos es fuerte. Aunque la mayoría de niños y adolescentes de Mighty Writers El Futuro son nacidos en los Estados Unidos, muchos tienen familiares con diversos estatus y experiencias migratorias. 

“El sentimiento sigue allí, quieren ayudar”, dijo Karp. Y para expresarse mejor, citó la frase de uno de los estudiantes del centro: “No veo por qué no deberíamos comportarnos como si fuéramos todos una familia, porque mi familia ha pasado por una situación muy similar a la tuya, y porque  estamos todos unidos, así que debemos ayudarnos los unos a los otros como podamos”. 

A Whitaker le gustaría doblar el programa de actividades de El Futuro para satisfacer una demanda real. El centro tiene una larga lista de espera desde su creación. Además, siente que el vecindario le ha dado una gran acogida y mucho respaldo, algo que destacaron tanto él como Karp.    

“He vivido en un par de ciudades antes de llegar a Filadelfia, y aquí he vivido en un par de barrios, pero esta es la primera vez en mi vida que me siento realmente parte de un barrio, donde los vecinos de al lado conocen tu nombre, sabes cómo se llama la persona que te entrega el correo cada mañana, le dices hola y le preguntas sobre su familia”, dijo Karp. “Es como si tuvieran todos ese punto de nostalgia de saber lo que quieren, y darse cuenta de que está aquí, en esta comunidad, de que está ocurriendo y es fantástico”.

Según Karp, cuando se acerca el final del día, siempre hay algún alumno que se acerca a ella y le pregunta si puede pedir prestado un libro. Ella les contesta que no se lo lleven prestado, sino que se lo queden y se lo lleven donde quieran.

Su respuesta está en línea con la estrategia de Mighty Writers El Futuro: cambiar el mundo con cada libro y alumno que sale por su puerta, por muchos años más.