Admítalo — todos sabemos que una persona cuya inteligencia, o que carece de ella, es cuestionable. Los buenos investigadores estadounidenses pueden haber encontrado lo que la gente llama un “virus de la estupidez”.

Los científicos de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins y la Universidad de Nebraska descubrieron rastros de ATCV-1, un virus de algas, en las muestras de gargantas tomadas a participantes saludables durante un estudio no relacionado.

El virus ataca el DNA potencialmente causando a los infectados ser menos inteligentes al afectar su aprendizaje, su memoria y la disminución de la actividad cerebral. El 44 por ciento de participantes que estaban infectados tuvieron peores resultados en las pruebas cognitivas que los que no estaban infectados.

Las pruebas midieron la rapidez y la precisión con la que los participantes procesaban la información visual.

El ATCV-1 generalmente infecta  a una determinada especie de algas que se encuentra en los lagos y ríos, y hasta ahora se desconoce que infecte a los humanos.