Las autoridades colombianas han dicho que el accidente aéreo del Champecoense, que causó la muerte de casi todos los jugadores del equipo de fútbol a las afueras de Medellín (Colombia), fue causado por un error del piloto.

El avión operado por la compañía chárter boliviana LaMia, se estrelló a kilómetros del aeropuerto debido a que el piloto no recargó el combustible del avión en la ruta y no advirtió a nadie sobre el fallo del motor causado por la falta de combustible hasta que fue demasiado tarde.

El secretario de Seguridad Aérea de Colombia, el Coronel Freddy Bonilla, le dijo a los periodistas en una conferencia de prensa que “ningún factor técnico tomó parte del accidente, todo se debió a un error humano, sumado a las compañías de administración y a la organización de los planes de vuelo por parte de las autoridades en Bolivia”.

Las autoridades de aviación en Bolivia y la aerolínea, tal como ha dicho Bonilla, “aceptaron las condiciones que el vuelo presentaba a la hora de despegar, que eran inaceptables”. Sumado a la falta de combustible, el avión tenía un sobrepeso de 881 libras y no estaba certificado a volar a esa altura.

Estas conclusiones presentadas parecieran corroborar las alegaciones de las autoridades Bolivianas durante la semana pasada, donde sugerían que LaMia y su piloto eran directamente responsables por el accidente. Miguel Quiroga, co-propietario de la aerolínea, también murió en el accidente.

El Director Ejecutivo de LaMia, Gustavo Vargas Gamboa, se encuentra detenido en espera por juicio bajo los cargos de homicidio involuntario. Su hijo, Gustavo Vargas Villegas, quien fuere un oficial de las Autoridades de la Aviación Boliviana, presenta cargos por utilizar su influencia para autorizar la licencia del avión que se estrelló. Ambos se han declarado inocentes.

Las autoridades se encuentran en la búsqueda de otro de los propietarios de la aerolínea, Marco Antonio Rocha Benegas y la controladora de tráfico aéreo Celia Castedo, quien huyó de Bolivia tras el accidente. Ambos individuos enfrentan cargos criminales, y se encuentran solicitando asilo en Brasil.

Aunque el accidente que destrozó los sueños del equipo Champecoense de llegar a la fila de la Copa Sudamericana es un incidente aislado, el gobierno boliviano acelerará el proceso de crear e implementar un nuevo sistema de seguridad para sus aeronaves. Investigadores colombianos tendrán la última palabra sobre lo que pudo haber causado el accidente.