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Cómo sobrevivir tu primer año de universidad

En esta guía esbozamos los recursos que ofrecen las universidades locales para combatir el estrés y algunos estudiantes veteranos te proporcionan consejos para…

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Lo hiciste. Te has esforzado por doce años con una concentración bárbara. Has leído hasta que te duelen los ojos. Has escrito notas hasta que las manos te piden que desistas. Te has estresado por el futuro que se avecina con cada año que te acercabas a la graduación. Te desvelaste estudiando para los exámenes y querías maldecir el cursor en el documento en blanco esperando que lo llenaras con un ensayo bien documentado. Lo hiciste. ¡Enhorabuena!

Ahora prepárate para cuatro años más de lo mismo.

Este artículo no tiene la intención de hacerte correr a esconderte bajo el edredón que acabas de adquirir para tu dormitorio temblando con miedo (si piensas viajar a diario a la universidad no tendrías siquiera donde esconderte). Esta es una guía para estudiantes de primer año que están ansiosos pero emocionados y listos para hacer de los próximos cuatro años de la universidad los mejores cuatro años de su vida.

Según el Pew Hispanic Research Center, la tasa de inscripción universitaria para latinos es cada vez mayor, y en 2010 subió espectacularmente. En 2012, los latinos se matricularon en la universidad a un paso mayor que sus pares blancos. Siete de cada 10 graduados latinos irá la universidad ese otoño. Sin embargo, la tasa estudiantes latinos que completan sus estudios sigue baja. De acuerdo a una encuesta realizada en 2008 por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación, la mitad de los estudiantes latinos en las universidades de cuatro años obtuvo una licenciatura en seis años, comparado con el 60 por ciento de los estudiantes blancos.

Los retos que crean la mayoría de la tensión que sienten los estudiantes de primer año incluyen la búsqueda de subvenciones y becas para costear la educación, el ajuste a un nivel académico diferente, la adaptación a un nuevo ambiente, la nostalgia y la presión para encontrar una vía hacia el futuro. En esta guía se esbozarán los recursos que ofrecen las escuelas para combatir el estrés y también se proporcionarán consejos provenientes de estudiantes veteranos para darte la confianza y el control que necesitas para realizar tu primer año como todo un profesional.

"Toto, ya no estamos en Kansas"

Betsy Batista comenzará sus estudios en el Community College of Philadelphia a principios de septiembre. "Yo no sé qué esperar", dijo Batista con honestidad. "No sé cómo va a ser. Creo que va a estar bien".

"Vamos a ver qué pasa", dijo con una risa nerviosa.

Al final de sus cuatro años de escuela secundaria, dos en Olney High School antes de trasladarse a Philadelphia High School for Girls, Batista se graduó con la intención de continuar sus estudios. Ella dijo que planea transferirse a la universidad de Temple después de dos años en el colegio comunitario, y espera graduarse con una especialización en ingeniería civil, y trabajar en un empleo relacionado a su campo mientras que obtiene su maestría y doctorado.

Batista dijo que está ansiosa por la independencia de la educación superior, un cambio bienvenido de la escuela secundaria. "Creo que voy a tener más libertad", dijo. "No va a ser como, 'Oh, llegaste tarde. Voy a llamar a tus padres'. Voy a tener clases más cortas, y no voy a tener siete clases diarias".

Mientras Batista dijo que ella está entusiasmada por empezar, también tiene cautela ya que los estudios universitarios serán más rigurosos académicamente.

"Creo que va a ser diferente, pero creo que va a ser difícil, al mismo tiempo", dijo Batista.

La verdad es que la universidad y la escuela secundaria no son nada iguales. Mientras que tus estudios serán más exigentes que en la escuela secundaria, tendrás más control sobre la selección de cursos. El estudio de un tema que es atractivo e interesante hará que la clase te parezca más fácil.

Otra diferencia importante es que tendrás cinco cursos en lugar de ocho o nueve y pasaras en ellos alrededor de 15 horas a la semana en total en lugar de las 35 horas a la semana que pasabas en clase en la escuela secundaria. Aunque todo ese tiempo libre suena como una oportunidad para ponerte a ver la última temporada de su serie favorita en Netflix, debes recordar que menos tiempo en clase significa más tiempo con tareas. Vas a pasar de 30 a 50 horas a la semana en tareas de lectura, escribiendo ensayos y estudiando. Pero a diferencia de la escuela secundaria, tú decides cuando hay que hacer los deberes y cuando ir a clase.

Lo que nos lleva a nuestro primer consejo: asiste a clase. Un buen consejo es calcular cuánto dinero estás tirando a la basura por cada clase a la que no asistes. Si faltas a una clase te puedes atrasar. Si vas a todas las clases y todavía no te sientes seguro en tu comprensión del material del curso, habla con tus compañeros, tutores, ayudantes y profesores sobre lo que podrías hacer de manera diferente. Mientras que algunos profesores pueden parecer imponentes, la mayoría están dispuestos a prestar ayuda durante sus horas de oficina.

Utiliza los recursos como los "writing centers" o servicios de tutoría de la universidad para recibir ayudar con tus hábitos de estudio y con el desarrollo de los ensayos y tesis que tengas que escribir. Muchos "writing centers" incluso te ayudarán a editar tu trabajo. No esperes hasta que obtengas una mala calificación para ir en busca de ayuda.

Aunque sientas que comprendes bien todo el material académico, trata de conocer a tus profesores. La importancia de establecer una relación profesional a menudo se pasa por alto durante los años universitarios, pero nunca sabes cuándo necesitarás una referencia para una pasantía, una recomendación para una beca o un guía para tus futuros proyectos académicos.

 


(izq. a der.) Betsy Batista; Alissa Madera; Michael Milek; Natalia Lladó Calderon; Tiffanny Gómez. 

 

Siempre a solas

 

Natalia Calderón Lladó es una bióloga con especialización en química en su último año en la Universidad de Pensilvania. Cuando se le pidió reflexionar sobre su primer año, Calderón dijo que la adaptación a un nuevo lugar con gente nueva fue el aspecto más desafiante.

"Yo no conocía a nadie, ni conocía la escuela o la ciudad", recordó Calderón. "Supongo que me sentí abrumada".

Calderón dijo que lamenta que no se dio cuenta de la importancia de buscar amigos activamente desde el primer día.

"Yo titubeé en salir a conocer personas al principio", recordó. "Cuando se me pasó la duda, sentí como que ya todo el mundo tenía un grupo de amigos y yo no formaba parte de ninguno".

Tal vez estás preocupado que estarás siempre a solas, pero debes saber que así mismo se sienten muchos de los otros estudiantes a punto de ingresar a la universidad. Todos son nuevos y buscan encontrar amigos. Toca a la puerta de tu vecino. Habla con la persona al lado tuyo después de la clase. Pasa un rato en la sala de juegos o las zonas comunes. Pidele a tu compañero de piso, tu primo o tu compañero de secundaria que te presente a la gente que el o ella ya conoce. Si ves un volante para una reunión en la que tienes algún interés, asiste. No vas a conocer gente nueva ni descubrir las organizaciones estudiantiles desde tu habitación. Si es posible, entabla amistad con algunos estudiantes de segundo o tercer año —esas amistades te darán a conocer los recursos y las organizaciones de su colegio. No corras a casa cada fin de semana. Quédate a conectar con otros estudiantes y así construir un nuevo hogar y familia para los próximos cuatro años.

Si comienzas a sentirte aburrido con tu entorno, explora tu nuevo hogar. Sal fuera de los límites de la universidad y participa en la comunidad. Siempre se necesitan voluntarios en los jardines urbanos, los hospitales, los refugios para animales, o donde encuentres tus intereses. Puede que descubras tu vocación a lo largo del camino.

La construcción de un hogar lejos del hogar

Hallar amigos es una cosa. La construcción de una familia es otra.

Tiffany Gómez es una estudiante de comunicaciones en la Universidad de Pensilvania y la editora de la revista La Vida. Ella dijo que sus amigos hicieron de la universidad un hogar lejos de su casa.

Gómez fue a una escuela secundaria donde sólo habían unos cuantos latinos. Dijo que uno de sus primeros recursos en la universidad fue La Casa Latina, el centro para excelencia hispana en la universidad. "A partir de entonces comencé a participar en grupos en el campus — específicamente, grupos latinos en el campus", dijo Gómez.

"Venir aquí y conocer a latinos de todos lados, ni siquiera sólo originarios de los Estados Unidos sino de todo el mundo, fue algo realmente interesante y yo quería ser parte de ello", dijo Gómez.

Pero después de su primer año, se dio cuenta que su alcance se hacía estrecho y se encontraba limitado a la comunidad latina, por lo que decidió ampliar sus amistades y se involucró en una variedad de grupos.

"Todavía tomo un papel de liderazgo en la comunidad latina", dijo Gómez antes de añadir: "Es muy fácil quedarse simplemente en el grupo con el cual uno se siente cómodo".

"La universidad es la mejor oportunidad para interactuar y convivir con todo tipo de personas", dijo. "Me encanta tener a gente que no son de la comunidad latina en nuestros grupos. Tratamos de crear una comunidad multicultural, pero creo que tenemos la tendencia de autosegregación. Echamos a perder la oportunidad de decir: Tú eres latino, únete a la asamblea universitaria. Eres latino, participa en el comité de candidaturas y elecciones, estas organizaciones que carecen de nuestra representación".

La universidad es una oportunidad para descubrir quién eres, tu historia, tu cultura y tus pasiones. A veces eso significa explorar otras culturas para aprender más acerca de la tuya. Compartir con amigos ayuda a fomentar el intercambio cultural. Construye tu familia universitaria basada en la celebración de quién eres y con quién lo eres.

Dormir, tener vida social, esmerarte en el colegio — solo puedes escoger dos (es mentira)

Alissa Madera se graduó de Manchester Township High School en Nueva Jersey y comenzará su experiencia universitaria en la Universidad de Rutgers en New Brunswick como estudiante de química.

"Estoy nerviosa, pero aquí estoy", dijo Alissa. "Me imagino un montón de clases y un montón de trabajo y estar cansada".

"Y me imagino que odiaré mi vida por un par de años", agregó.

No hay razón para sacrificar tu felicidad, los estudios o la salud para sobresalir académicamente. El éxito en la universidad depende de tu capacidad para administrar tu tiempo.

Trata de mantener un horario. En tu primer mes de clases, asesora tus necesidades. ¿Cuánto tiempo te tardas en leer 20 páginas? ¿Cuánto tiempo te toma la tarea de cálculo? Cuanto antes sepas el tiempo que el trabajo escolar se llevará, más fácil será utilizar un calendario, ya sea físico o electrónico, para planear cuánto tiempo necesitarás para completar la tarea y tus proyectos fuera de clases, reuniones y fechas límite.

El Weingarten Learning Resources Center de la Universidad de Pensilvania ofrece asesoramiento en la gestión del tiempo, en toma de notas, la lectura y otras habilidades importantes para el éxito académico. El centro hace hincapié en que la gestión eficaz del tiempo es, "la herramienta más importante de potenciación individual que el estudiante universitario sobrecargado puede adquirir".

Aunque no puedes controlar las tareas asignadas ni las reuniones sociales improvisadas, puedes controlar tu calendario. Sabiendo lo que necesitas hacer en cualquier momento del día te dará un sentido de seguridad y es una herramienta para aliviar el estrés extremo que viene con la pregunta: "¿Cuándo voy a encontrar tiempo para hacer esto?"

No te retrases con los deberes ni te dejes sentir abrumado. Lucha contra el estrés durmiendo lo suficiente, haciendo ejercicio regularmente y utilizando los servicios de consejería que provee tu universidad.

Se acepta pago en efectivo, cheques o en pedazitos de un alma

Michael Milek se graduó de la Escuela Preparatoria de Saint Joseph y asistirá a la Universidad de St. Louis en Missouri el próximo semestre.

"Está lejos, pero me siento como si fuera algo que tengo que hacer." Milek dijo. "Yo soy la primera generación – por parte de mi padre — que irá a la universidad. Yo quiero tener éxito".

Milek dijo que decidió especializarse en el entrenamiento deportivo después de involucrarse en el ejercicio CrossFit en un centro de formación en Filadelfia durante su primer año. Él desarrolló lo que él dice "un reconocimiento por el cuerpo". Milek explicó que su madre se ve afectada físicamente por la esclerosis múltiple.

"Quería estudiar terapia física para ayudar a personas como mi madre", dijo. "Me gusta ayudar a la gente".

Milek acredita el estímulo de su madre y la ayuda de su consejero de secundaria por encontrar y llenar una solicitud para la Universidad de St. Louis, donde le ofrecieron la beca Martin Luther King, Jr. 

"Yo voy a seguir adelante", dijo Milek. "Yo voy a tener éxito, trabajaré lo mejor posible y con todas mis fuerzas".

El costo de la universidad es chocante. Si te encuentras mirando con temor al número de ceros detrás de ese 20 en tu factura, recuerda que hay maneras de ganar dinero y administrar mejor. Así como manejas tu tiempo, haz un seguimiento de dónde y cómo gastas dinero.

Llena solicitudes para "work/study" o trabajos universitarios. Debido a que son diseñados con los estudiantes en mente, los trabajos "work/study" son más flexibles y mantienen tu horario de clases en cuenta. Su proximidad te ahorrará tiempo y dinero que pagarías por viajar a un trabajo fuera del campus. Además de un cheque, los trabajos de "work/study" engendran un sentido de comunidad y te dan la oportunidad de hacerte amigo con tus compañeros de trabajo.

Mantén la búsqueda de becas. Es más probable que encuentres dotes para estudiantes de segundo año en tu universidad, departamento y dentro de su especialidad. Habla con asesores de ayuda financiera y haz tu propia investigación en línea. Abre los correos electrónicos de tus profesores para que te informes acerca de cualquier recomendación de beca o pasantía pagada. Estas dos últimas lucen excelentes en tu currículum, además de ayudar con los costos universitarios.

Ahorra dinero en lo que concierne libros — usa la biblioteca para documentos impresos y libros electrónicos. Si tienes que comprar libros, prueba primero las tiendas de libros usados y distribuidores en línea, como Half.com, Amazon.com y Textbooks.com. La mayoría de las universidades ofrecen alquilar libros, pero no te olvides que si eres dueño de una copia, puedes venderlo por efectivo al final del semestre.

"No puedo salir de la cama y mi médico está a 200 kilómetros de distancia"

Los servicios de salud están incluidos en tus gastos universitarios. En general los centros de salud para estudiantes ofrecen vacunas, exámenes físicos, pruebas de enfermedades de transmisión sexual, servicios de ginecología, planificación familiar, vacunas de alergia y una voz de la razón cuando estás convencido de que has contraído la escarlatina porque tus síntomas parecen coincidir con los que viste en WebMD. Busca las secciones de autocuidado para abastecerte de aspirinas, descongestivos y vendajes.

"Puedo tomar química del vino justo después de badminton, ¿verdad?"

La elección de tus propios cursos es una tarea emocionante y abrumadora. La mayoría de los sitios web del departamento delinean cursos requeridos para cada carrera y el número de créditos necesarios para graduarte. Calcula tus requisitos de educación generales para que puedas desarrollar un plan para los próximos cuatro años. Ten en cuenta que las clases sólo se ofrecen durante ciertos semestres y nota los que requieren clases previas. Ya sea hayas o no declarado un "major" haz una cita con un asesor para asegurarte de que vas por buen camino. Inscríbete en clases al momento en que seas elegible, antes de que se llenen.

"¿Qué estoy haciendo con mi vida?"

Tienes tiempo y los recursos disponibles para divisar tu carrera este primer año. Explora diferentes temas a través de requisitos de educación general. Aprovecha los servicios profesionales de tu escuela para evaluar tus intereses y la mejor manera de lograr un empleo después de graduarte. Si ya estás en busca de pasantías, la oficina de servicios profesionales puede revisar currículos, facilitar entrevistas simuladas y proporcionar oportunidades de "networking". Incluso si no estás muy seguro de lo que quieres hacer, algún empleo podría ayudarte a decidir lo que amas u odias hacer.

"Esta guía no me está ayudando y me está sacando de onda"

Respira. Todos encuentran alguna dificultad en adaptarse a la vida universitaria, sobre todo si estás lejos de sus amigos y familiares. Si realmente comienzas a sentir que tu vida está fuera de control, haz una cita con servicios de consejería de tu escuela. Las universidades ofrecen consejería psicológica, asesoramiento de abuso de alcohol y sustancias y ofrecen apoyo a las víctimas de asalto sexual. Estos servicios de asesoramiento se ofrecen en sesiones individuales o de grupo.

No puedes olvidar que esta experiencia universitaria es tuya. Son tus cuatro años para aprender cosas nuevas, entablar amistades con gente diferentes y empezar a definir quién serás. Siempre y cuando te mantengas feliz, saludable y activo, el resto vendrá. Lo has hecho estos últimos 12 años ¿no? ¿Qué te cuesta otros cuatro más?

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