Las redes sociales elevan la voz contra el abuso sexual
Hicieron falta tan sólo dos palabras y una etiqueta para que millones de personas comenzaran a hablar abiertamente en contra de la normalización del abuso…
Comentarios en las calles, susurros en los medios de transporte y caricias indeseadas son tan sólo una pequeña parte de lo que deben sufrir mujeres y hombres por igual durante el día a día.
Pero fue el escándalo de uno de los productores más importantes de la industria cinematográfica lo que ha volcado a las redes una realidad normalizada por el silencio y la vergüenza.
Harvey Weinstein (65) es uno de los pesos pesados en Hollywood - conocido por ser el responsable de la producción de obras maestras como Pulp Fiction (1994), Shakespeare in Love (1998) y Pandillas de Nueva York (2002) – pero su reputación se vio manchada y destruida tras la publicación de varios reportes en su contra por abuso sexual.
En octubre del 2017, el New York Times y el New Yorker publicaron las declaraciones de al menos doce mujeres que aseguraban haber sido asaltadas, insinuadas y hasta abusadas sexualmente por el productor.
Por la sustancialidad de las acusaciones, Weinstein fue despedido de su propia empresa – The Weinstein Company – y expulsado de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences, así como de otras asociaciones profesionales.
Weinstein y su hermano Bob construyeron desde cero la compañía de producción cinematográfica Miramax, y encabezaron su reconocido trabajo entre los años 1979 y el 2005, cuando fundaron la compañía familiar y se separaron de su primera empresa.
Desde hace años, los rumores de las “prácticas de sofá” de Weinstein se transformaron en un “secreto a voces” en Hollywood, así como sucede en todas partes del mundo. Pero fue la voluntad de estas mujeres, y la perspicacia del Times, lo que abrió la caja de Pandora y puso sobre el tapete una retorcida realidad normalizada, que ha condenado a tantas mujeres y hombres a un sufrimiento silente.
Más de 40 mujeres han hablado finalmente de lo que tuvieron que sobrellevar en manos de Weinstein para poder hacerse un lugar en el difícil mundo del espectáculo. Personajes como Kate Beckinsale, Cara Delevingne, Eva Green, Lena Headey, Léa Seydoux, Gwyneth Paltrow, Ashely Judd y Angelina Jolie, dieron sus testimonios a los medios, confirmando la realidad de las mujeres anónimas cuyas voces no llegaron tan lejos.
Varias de ellas declararon a CNN el sistemático y retorcido comportamiento del productor, asegurando en muchos casos que esa había sido la razón por la que habían abandonado su carrera como actrices. “Esa es su manera. Es la manera en la que te silencian. Una llamada de Harvey Wenstein podría dejarte sin trabajo y sus abogados podrían caerte encima”, confesaron.
Pero fue la actriz Alyssa Milano (Who’s the Boss?, Melrose Place, Charmed) quien recurrió a las redes sociales el día domingo para viralizar la etiqueta #MeToo (Yo también), con la clara intención de que se dejaran de silenciar los casos y se abriera la batalla contra la normalización del abuso sexual.
“Sugerido por una amiga: ‘si todas las mujeres que han sido sexualmente acosadas o abusadas escribieran ‘Yo También’ en su estado, podríamos darle a las personas un sentido de la magnitud del problema’”, citó la actriz, invitando a sus seguidores a “responder” a su tweet con la etiqueta si también habían sido víctimas de una situación parecida.
Según reportó CNN, desde que Milano posteó su invitación, Twitter ha reportado más de 1.2 millones de respuestas a la etiqueta, mientras Facebook asegura que hay millones más en su plataforma.
“No me sorprende que tantas personas hayan reaccionado”, aseguró la psicóloga clínica Sara Lowes, quien estudia las consecuencias psicológicas a largo plazo de eventos traumáticos en la Universidad Estatal de Montclair en Nueva Jersey.
“Generalmente, los estudios reportan que una de cada cuatro mujeres ha sido sexualmente abusada en su vida, y uno en cada diez hombres”, aseguró la investigadora. “Y esos números definitivamente subestiman el problema, considerando las dudas que muchos presentan ante la posibilidad de reportar un acoso sexual”.
El efecto dominó de la etiqueta ha permitido el desencadenamiento de un fenómeno mundial, donde el hecho de que varias personas se atrevan a hablarlo ha ayudado a que muchos se envalentonen y hablen también de sus experiencias personales.
“Si tienes el impulso de hablar algo que te has guardado por 20 años, y ves a otros hablar de ello, entonces lo haces”, dijo la terapista de trauma Kathleen Carter Martinez, autora de “Permission Granted: The Journey from Trauma to Healing from Rape, Sexual ASsault and Emotional Abuse”, a CNN. “Hace años no teníamos eso, y era mucho más difícil hablar al respecto”, agregó.
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Para la terapista Joyce Marter, fundadora de Urban Balance, “existe la normalización y la validación en este movimiento, pues acaba con la vergüenza, el secreto y el estigma que son frecuentes en situaciones de abuso”.
A pesar de sus múltiples beneficios, algunos expertos aseguran que este nuevo fenómeno también acorrala a quienes no se encuentran listos para hablar de ello. “Debido a la prominencia del #MeToo, muchos de mis clientes sienten que es ineludible”, dijo la terapeuta y educadora sexual Aida Manduley. “Mi preocupación es que los sobrevivientes sufran nuevos traumas”.
La especialista en trauma Linda Curran asegura que “hacer tu historia pública debe lograrse sólo cuando sientes que tienes las suficientes herramientas para tolerar los efectos de la divulgación”, sentenció.
Pero uno de los aspectos más importantes del fenómeno de #MeToo ha sido no sólo la apertura a un debate condenado a las tinieblas de la vergüenza, sino la revelación de que no es un asunto sólo de mujeres.
Actores como James Van Der Beek (Dawson’s Creek) y Javier Muñoz (Hamilton) han hablado públicamente sobre sus experiencias con el abuso sexual.
Van Der Beek escribió en Twitter que “me han agarrado el trasero hombres mayores y poderosos, me han acorralado en conversaciones sexuales inapropiadas cuando era mucho más joven…”, demostrando que quizás las estadísticas también incluyan a muchos hombres más pero que los estándares sociales no permiten que se perciba de esa manera.
Muñoz, por su parte, respondió a la invitación de Mylano, escribiendo en Twitter: “Yo también. No sé si significa algo viniendo de un hombre gay, pero ha pasado. Muchas veces”.
A sus voces se han sumado las del director Alex Winter (Downloaded, Deep web) y Terry Crews, ex futbolista y actor conocido por La boda de mi mejor amiga, según reportó el diario El País.
Para mal o para bien, el sufrimiento de tantas mujeres en manos del poderoso Weinstein ha permitido que se hable y se debata abiertamente lo que muchos han pensado que era “una exageración” por parte de las mujeres.
Es ahora el momento en el que la batalla contra el abuso y el acoso repunta con el objetivo de destronar el paradigma más antiguo en el debate por la igualdad de género.
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