Millones de mujeres lo sufren cada día. En algunas ocasiones puede, bien pasar desapercibido o bien no ser interpretado como tal. Otras, quien lo padece, prefiere ignorarlo. Luego están aquellas situaciones en las que, por mucho que la persona quiera dejarlo pasar, la magnitud de la acción hace que sea imposible. Y es que lo cierto es que, aunque comúnmente disfrazado de ‘simple’ piropo, el acoso a la mujer en las calles (en sus diferentes grados) lleva mucho tiempo instalado en la sociedad. La total impunidad con la que actúan sus autores (sus acciones raramente son castigadas) ha motivado a las mujeres del mundo a movilizarse contra este tipo de agresiones verbales o físicas. ¿Su mejor arma? La red.

El acoso callejero en Latinoamérica

Aixa Rizzo, una argentina de 20 años, ha sido la última víctima en recurrir a internet para denunciar este tipo de acoso. Su historia se ha convertido en viral gracias a la denuncia que la propia Rizzo realizaba hace unos días de la mano de un vídeo colgado en su cuenta de Youtube y compartido en redes sociales por la plataforma 'Acción Respeto: por una calle libre de acoso'. En él, esta joven relata como durante un mes fue víctima de todo tipo de comentarios desagradables por parte de un grupo de trabajadores de la construcción que trabajaban a las puertas de su casa.

Un día, la situación fue a más. Rizzo fue víctima de un desagradable incidente al que hizo frente recurriendo a gas de pimienta para defenderse. Tras mucho insistir, consiguió que su denuncia fuera tramitada. Sin embargo, las autoridades le advirtieron de que era mejor que evitase defenderse la próxima vez porque podía ser acusada de lesiones. Desafortunadamente la de Rizzo es solo una de las muchas historias de acoso que sufren las mujeres en las calles del mundo.

La idea de hacer público este caso ha motivado una oleada de apoyo, no solo nacional, también de países como México, Colombia o Perú. Precisamente este último aprobaba el pasado mes la Ley de prevención, atención y sanción del acoso sexual en los espacios públicos, que plantea castigar con penas de hasta 12 años de cárcel a los acosadores. 

Unos meses antes de la aprobación de esta ley en el país andino, la deportista Natalia Málaga lanzaba una campaña, en colaboración con Everlast Perú, con la que trataba de mostrar a los acosadores que sus supuestos piropos no son un mal menor. Así, bajo el nombre de ‘Sílbale a tu madre’, esta iniciativa convirtió a las madres de hombres que cometían estos acosos verbales de manera reiterada en sus voluntarias víctimas. ¿El resultado? Una merecida regañina materna en plena calle.

El caso estadounidense

Pero no solo las mujeres de Argentina o Perú son víctimas del acoso en las calles. La población femenina de Estados Unidos también se ve obligadasa lidiar día a día con los desagradables comentarios de los hombres. El creativo Rob Bliss solo necesito la colaboración de una joven, una cámara y unas horas de paseo por Nueva York para demostrarlo.

El proyecto, también convertido en viral, consistió en grabar durante 10 horas a la neoyorquina Shoshana Roberts mientras caminaba por las calles de Nueva York. Durante el tiempo que duró el experimento, Bliss contabilizó más de un centenar de muestras de acoso verbal. También el famoso ‘youtuber' Stephen Zhang decidió poner a prueba a los hombres en Los Ángeles, donde una actriz que fingía estar borracha pedía ayuda para llegar a su casa. La gran mayoría de los que encontró se ofrecía a llevarla, solo que a la suya.

This guy wins the award for worst fashion/lifestyle choices at @coachella. I'm not easy to offend, but this is shitty pic.twitter.com/fyjod24nAx

— Jemayel Khawaja (@JemayelK) abril 12, 2015

La última polémica en la materia en el país se ha producía hace tan solo unos días, concretamente el pasado 12 abril en el marco del festival de Coachella. Desde allí, el periodista de Thump Jemayel Khawaja compartía su indignación con sus seguidores al encontrar a un joven con una camiseta con la frase ‘Come, duerme, viola, repite’. ¨Este hombre gana el premio a la peor elección ‘fashion’ en Coachella. No soy fácil de ofender, pero esto es una mierda¨, rezaba un tweet que acompañaba de una imagen del hombre luciendo la camiseta en cuestión. Los comentarios y críticas contra lo que desde el medio han calificado como ¨una nauseabunda celebración de la cultura de violación¨, no se han hecho esperar.