¿Convertirse en padre a una edad temprana es malo para la salud? Un estudio realizado en Finlandia sugiere que estrenar paternidad antes de cumplir los 22 podría incrementar el riesgo de fallecer entre los 40 y los 50 años.

Varios estudios que relacionan la edad a la que un hombre comienza a formar su propia familia con una mayor tasa de mortalidad al alcanzar la media edad sirvieron como punto de partida a una investigación llevada a cabo en Finlandia.

Para ello se ha estudiado a 30.500 hombres nacidos entre 1940 y 1940 en el país Finlandés y su conducta de paternidad, comparándolos con aquellos con los que comparten ADN, es decir, sus hermanos biológicos.

Este estudio, cuyos resultados han sido publicados en el Journal of Epidemiology and Community Health, concluye que aquellas personas que se convirtieron en padres antes de cumplir los 22 años o a una edad comprendida entre los 22 y los 24 años tienen una mayor tasa de mortalidad que sus hermanos que han estrenado paternidad a los 25, 26 o a una edad más tardía. Y el riesgo de mortalidad temprana disminuye cuanto más se retrasa la paternidad, pues según aseguran los autores de este estudio se registra una menor mortalidad entre los hombres que han tenido su primer hijo entre los 30 y los 44 que entre sus hermanos que se convirtieron en padres a los 25.

Sin embargo, según confiesan sus autores, “es probable que la asociación entre la paternidad temprana y la mortalidad sea casual”. Por lo que, a menos que se pruebe la causa, los padres jóvenes pueden estar, por el momento, tranquilos.