Siete pacientes infectados, dos de los cuales podrían haber fallecido a causa de un agravamiento de su condición —según fuentes oficiales fue un ¨factor que contribuyó¨ a las mismas—, y unos 179 expuestos al contagio. Estas son las cifras más recientes del último brote de superbacteria producido en un hospital del país, el Ronald Reagan UCLA Medical Center de Los Angeles, y cuyo contagio ha sido atribuido a instrumental médico contaminado. 

Según ha informado la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en un comunicado, el origen del contagio se habría originado en dos aparatos —de los siete disponibles— utilizados en casi dos centenas de pacientes para la realización de pruebas endoscópicas entre los meses de octubre de 2014 y enero de 2015 ; que, pese a haber sido esterilizados de acuerdo con las instrucciones del fabricante, se han convertido en el foco de contagio de la bacteria Carbapenem-Resistant Enterobacteriaceae (CRE), especialmente resistente a los antibióticos.

Sin embargo, el Ronald Reagan UCLA Medical Center no ha sido el único centro médico del país en el que se ha desatado un brote de CRE. Hace tan solo unos meses era un hospital de Filadelfia, cuya identidad no ha sido revelada, el que hacía frente a una bacteria que, tal y como detalla el Centro de Control y Prevención de Enfermedades en su página web, está considerada como un factor que contribuye a cerca de un 50 por ciento de las muertes de los pacientes infectados. Lo que sí ha trascendido han sido las cifras del brote que sufrió la institución de Filadelfia: ocho infectados, dos de ellos fallecidos.