Tradicionalmente y, según asegura el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las enfermedades mentales suelen recibir menos atención en el caso de los hombres que de las mujeres. Sin embargo, el sexo no es el único factor, la realidad demuestra que la raza también parece ejercer de factor diferenciador en cuanto a los síntomas y al acceso a tratamiento mental.

Así lo demuestra un estudio realizado por el CDC y que evidencia que en comparación con los blancos, las personas de otras etnias son menos dadas a recibir tratamiento en el caso de trastornos como la ansiedad o la depresión en Estados Unidos.

Para realizar este informe se han analizado datos del National Health Interview Survey 2010-2013 centrándose en el sexo masculino. Entre las conclusiones extraídas está el hecho de que un 9 por ciento de los hombres siente a diario ansiedad o depresión, sin embargo tan solo menos de la mitad (41 por ciento) recibe tratamiento o ayuda de un profesional. Este análisis también compara la disparidad existente entre razas en cuanto a la sintomatología (ansiedad o depresión) y el tratamiento, en base a factores como la edad, la cobertura médica y el nivel de ingresos.

En cuanto a la edad, el CDC asegura que las diferencias raciales entre hombres en materia de salud mental solo se observan en la franja de edad de entre los 18 y los 44 años. En este grupo, los hispanos y los afroamericanos son menos dados a reportar sentimientos de ansiedad o depresión (un 6,1 por ciento) que los blancos (un 8,5 por ciento). De la misma manera que los primeros suelen recibir menos tratamiento que el segundo y el tercer grupo.

Cuatro de cada 10 hombres con sentimientos de ansiedad o depresión a diario acuden a un profesional médico y tan solo uno de cada tres recibe medicación, aunque el ratio varía en función de la raza. Los blancos son más propensos a recibir o a haber recibido tratamiento (un 43 por ciento) que los afroamericanos e hispanos (36 por ciento).

Las diferencias entre razas se hacen más patentes entre los hombres de 18 y 44 años. Así, mientras solo un 26,4 por ciento de los hispanos y afroamericanos reciben tratamiento mental; en el caso de los blancos el porcentaje asciende a un 45,4 por ciento. Una disparidad que no se observa entre los mayores de 45 años.

La carencia de un seguro médico es otro de los factores que agrava las diferencias raciales en el tratamiento de ansiedad y depresión entre los hombres de 18 y 44. Los blancos sin seguro suelen recibir tres veces más tratamiento (un 39,3 por ciento) que sus homólogos hispanos y afroamericanos (12,7 por ciento). Prácticamente no se aprecia diferencia entre aquellos que disponen de seguro médico.