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Algunos de los miembros de la familia detrás de “El Balconcito”; de izq. a der., Miguel Toro, Rayda Dianderas, el chef René Arroyo, Patricia Toro y David Toro. Foto: Samantha Madera/AL DÍA
 

Un ‘Balconcito’ en 'North Philly' con miras a ‘Center City’

Próximamente se podrá disfrutar de la comida peruana de “El Balconcito” en el centro de Filadelfia, pero no hace falta esperar. Bien vale la pena darse una…

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El chef René Arroyo, del restaurante peruano “El Balconcito”, fue el encargado de dar inicio a la serie de chefs de AL DÍA News el pasado 6 de noviembre.

Fue entonces cuando el chef de este restaurante que cuenta con dos localidades en el noreste de Filadelfia, trajo una variedad de platillos tradicionales a las oficinas de AL DÍA en el centro de la ciudad para degustación de los invitados.

El chef sorprendió a los asistentes con un delicioso ceviche de filete de pescado, camarón y calamar; arroz chaufa de mariscos; pollo a las brasas; papas a la huancaína, y paella marinera con marisco y langosta al estilo portugués.

 

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Para quienes no conocían este restaurante, degustar los platillos que preparó Arroyo, fue un verdadero descubrimiento de la cocina peruana.

Para quienes ya lo conocían, fue un verdadero placer poder disfrutarlo en el centro de la ciudad, en donde Arroyo busca abrir próximamente un tercer restaurante como parte de este negocio que ha construido al lado de su familia a lo largo de los últimos ocho años.

El ceviche, platillo que Arroyo considera tan auténtico y representativo de Perú como la bandera de este país, es preparado por el chef con pescado y mariscos frescos, cebolla roja, jengibre, apio, cilantro, ajo, y no puede faltar el limón.

“Nosotros tratamos de que la comida sea tan auténtica como la que encontraría en un restaurante en Perú ”, dijo Rayda Dianderas, esposa de Arroyo. “La comida peruana es muy variada, pero nosotros hemos escogido platillos que se pueden preparar en el momento”.

Por su parte, Patricia, dijo que “nosotros no tenemos un menú del día, no tenemos nada listo, porque es mejor preparar un pescado frito al instante. Aunque se demore 15 minutos, la frescura se siente”.

Cuando Arroyo, quien trabajaba como chef en su natal Perú llegó a Filadelfia, ya tenía la inquietud de abrir su propio restaurante. Entonces comenzó a trabajar como cocinero en el restaurante que es ahora “El Balconcito”.

El restaurante fue alquilado por un tiempo a un portugués de quien Arroyo aprendió a preparar la paella. Tiempo después, cuando el chef se convirtió en propietario del restaurante, decidió quedarse tanto con la comida peruana como con la paella estilo portuguesa. 

Después de la adquisición, Arroyo y su familia lograron hacerse de una gran clientela gracias a su sazón, la calidad de los platillos, las grandes porciones, los precios accesibles y la atención al cliente.

Por otra parte, anteriormente el restaurante cerraba sus puertas a las 9:00 p.m. pero cuando Arroyo y su familia lo adquirieron extendieron el horario de la cocina hasta la media noche, y el del bar a las 2:00 a.m. 

Fue tal el éxito, que Arroyo y su familia no se daban abasto con la clientela, y se veían en la penosa necesidad de hacerlos esperar o de no poder atenderlos. 

“Para no perder esa clientela que gracias a Dios teníamos, decidimos abrir un segundo restaurante en la misma zona, y la gente nos siguió”, dijo Patricia. 

Hoy los dos locales de “El Balconcito” cuentan con una diversa clientela de latinos y no latinos. Aunque la comunidad peruana de Filadelfia no es muy grande, los centroamericanos y mexicanos disfrutan del sabor picante del ceviche, mientras que los estadounidenses quieren probar el marisco de una manera diferente.

No cabe duda, que además de la deliciosa comida de “El Balconcito”, la voluntad de la familia por hacer crecer el negocio, y su compromiso por tener la mejor calidad son de aplaudirse. 

“Cuando una persona saborea lo que tú haces, uno se siente bien”, dijo Arroyo.

Seguramente, los comensales del centro de la ciudad y otras partes de la región de Filadelfia podrán disfrutar próximamente de los deliciosos platillos de este restaurante más cerca de ellos, mientras tanto, no hace falta esperar y bien vale la pena darse una vuelta a cualquiera de sus dos localidades, la primera de ellas en el 658 E Godfrey Ave., y la segunda en el 7326 Castor Ave.