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Imagen del festival de novela policíaca celebrado en Barcelona la semana pasada, en el que participaron destacados escritores latinoamericanos del género negro, como la argentina Claudia Piñeiro (en la foto) o el cubano Leonardo Padura. 
Imagen del festival de novela policíaca celebrado en Barcelona la semana pasada, en el que participaron destacados escritores latinoamericanos del género negro, como la argentina Claudia Piñeiro (en la foto) o el cubano Leonardo Padura. 

Crímenes con tinta latina

El éxito literario de autores como el cubano Leonardo Padura y la argentina Claudia Piñeiro han situado la novela policíaca latinoamericana en el plano…

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Claudia Piñeiro (Burzazo, 1960) recuerda que uno de los momentos más felices de su infancia era cada vez que su madre le compraba uno de los libros de lectura obligatoria en el colegio. “Esperaba con ansiedad ese momento”, explicó Piñeiro al atento público que acudió a escucharla en BCNegra, el Festival de novela policíaca de Barcelona, celebrado la semana pasada.

Piñeiro, ganadora del premio Clarín, es hoy una de las autoras de novela policíaca y de misterio que más vende en América Latina. Entre sus obras más conocidas están Las grietas de Jara, Las viudas de los jueves, Betibú y Tuyatodas traducidas al inglés, y algunas adaptadas con éxito al cine (Betibú).

“Cuando me pongo a escribir no suelo estar pensando en provocar un crimen, sino que me aparecen los muertos y entonces tengo que explicar por qué se murieron”, bromeó Piñeiro ante sus fans.

Su última novela, Las Maldiciones (Alfaguara, 2018), es de hecho la menos “criminal” de todas.  La historia empieza con un cadáver - la esposa de un prometedor político-, pero a la autora no le interesan las causas de la muerte, sino las cuestiones que plantea ésta en el político.  “Su asesor le dice que, si habla en público de la muerte de su esposa, ganará votos”, comentó la autora, sin entrar en detalles de la trama. “Quise usar la muerte como pretexto para explicar cómo se establecen las relaciones de poder y la manipulación política, que hoy está a la orden del día”.

De pasada, la autora aprovecha en Las Maldiciones para reflexionar sobre el auge de nuevos líderes que se nutren de la manipulación mediática, del marketing y la ayuda de tecnócratas, como el presidente Emmanuel Macron, en Francia, o Donald Trump, en EE.UU. Pero lo hace sin prescindir de su dominio del suspense, un género que domina y que le ha permitido mantener a miles de lectores “enganchados” a sus historias en toda América.

“No sé muy bien para qué lector escribo. Lo único que preocupa es poder sorprenderle siempre”, dijo la autora, obsesionada por encontrar escenarios diferentes e inesperados donde situar sus crímenes. “Una novela de misterio debe ser como un rompecabezas, un detalle de más te arruina el suspense”, comentó Piñeiro, que se hizo escritora “por casualidad”.  Piñeiro estudió Económicas en Buenos Aires y estuvo un tiempo trabajando en auditoría, un trabajo “que no me hacía feliz”. Un día, en un vuelo por trabajo, vio en el diario el anuncio de un concurso de novela y vio la luz. “Al llegar a casa me puse a escribir y, dale… me presenté y quedé entre las 10 finalistas. Fue el primer espejo de que igual sí valía para escribir”, explicó. El concurso era de novela erótica, género que acabó cambiando por el crimen.

El detective de los sueños rotos

Otro de los autores latinos que se dejo caer por Barcelona fue el cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955), conocido guionista y autor de novelas de crimen protagonizadas por el detective cubano Mario Conde (Adiós Hemingway, La cola de la serpiente, Herejes, etc.). Traducido a dieciocho idiomas, Padura acaba de presentar La Transparencia del tiempo, una historia que transcurre en el año 2014, fecha histórica en la que se iniciaron las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos para el restablecimiento de las relaciones entre los dos países.

Fue un hecho "muy esperanzador para la gran mayoría de los cubanos y para una gran mayoría de norteamericanos, pero lamentablemente una de las políticas fundamentales del presidente Trump ha sido el desmontaje de las políticas del presidente Obama", comentó Padura en una entrevista reciente con EFE.

A diferencia de las novelas anteriores, en La Transparencia del Tiempo aparece un Mario Conde más melancólico y envejecido, que mantiene conversaciones desazonadoras con sus amigos de la isla sobre lo que el país les permitió hacer y lo que no. Diálogos que transmiten la mezcla de frustración y resignación que siente esa generación de cubanos con estudios universitarios, bien preparados, que vieron cómo su país ·tocaba fondo” tras el derrumbe de la URSS, en los noventa. Son los llamados “cachorros de la revolución”, cubanos que hoy rondan los 60 años, como el autor y el protagonista de su libro.

Ganadora del Premio Princesa de Asturias de las Letras, La Transparencia del Tiempo nos muestra a un detective que descubre los sueños rotos de la revolución al mismo tiempo que desentraña los crímenes que giran alrededor de la desaparición de una virgen medieval de una pequeña iglesia del Pirineo español.

“El planteamiento central de la novela es la relación del hombre con el pasado; la imposibilidad del hombre de imponerse a la historia, que lo mueve, lo traslada y en ocasiones lo aplasta. Y la manera de manifestarse la historia es el tiempo”, dijo Padura en una entrevista con La Vanguardia.  

La novela termina con la premonición de Mario Conde de que “algo grande va a ocurrir” el 17 de diciembre de 2014, día de San Lázaro y del pacto Raúl Castro-Obama. Un pacto que ha quedado estancado después de que el presidente Trump ganase las elecciones, el año pasado. Un grave error, pues, según Padura, “los asesores de Trump deberían saber que si algo puede desestabilizar al Gobierno cubano no es la hostilidad de Estados Unidos, sino su cercanía”.