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Más de 2.000 niños negros en Detroit tienen ataques de asma debido a la contaminación. Foto: Bill Pugliano/Getty Images.
Más de 2.000 niños negros en Detroit tienen ataques de asma debido a la contaminación. Foto: Bill Pugliano/Getty Images.

Alerta en Detroit: Pobres, racializados y asfixiados por la contaminación

Nacer en un barrio u otro puede cambiarte la vida. Mejor dicho, acortarla. Especialmente si eres hispano o afroamericano.

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El activista afrocubano Vince Martin, pensaba de niño que el cielo era de color naranja. Creció, en Detroit, en el distrito 48,217, el lugar más contaminado de Michigan, donde un 71% de la población es de raza negra, debido en parte a las antiguas políticas de vivienda segregacionistas de una ciudad donde los blancos se han dado a la fuga, cuenta The Guardian

Sus memorias de infancia y juventud están marcadas por el llamado “racismo medioambiental”, que expone a las familias más humildes de la ciudad, especialmente negras e hispanas, a numerosas enfermedades incluso mortales, producto de la contaminación del aire, el envenenamiento por plomo y los cortes de agua.

Cuando su familia se mudó en 1960 al barrio de Boyton, de clase trabajadora, la refinería de petróleo Marathon tenía “uno o dos buques cisterna”; ahora es un parque de tanques de 250 acres que ha recibido más de una decena de avisos de violación del Departamento de Medioambiente de Michigan por sobrepasar los límites de emisiones contaminantes. 

Su hermano menor, David, contrajo asma y diabetes juvenil debido a la polución y acabó falleciendo a los 45 años por lo que Vince denomina “envenenamiento tóxico”. Y no fue un caso aislado: En su reunión de los 30 años de la escuela secundaria, le pareció “que había más gente de su clase muerta que viva”.

“La gente no se da cuenta de que la esperanza de vida promedio de alguien que vive en Detroit y alguien que vive en los suburbios es una diferencia de 10 o 15 años”, afirma la coordinadora de la Coalición de Justicia Ambiental de Michigan, Michelle Martínez. Y añade que la ciudad es un microcosmos de la crisis nacional y global del cambio climático. 

Más de tres docenas de instalaciones que generan contaminación se encuentran en las Tri-Cities, que incluyen no solo el infierno del 48.217, sino también los barrios de River Rouge y Ecorse, aunque el problema medioambiental se extiende por toda la ciudad. 

Según Metro Times, los residentes de este triángulo negro sufren índices altísimos de asma, cáncer, daños cerebrales, enfermedades cardiacas, problemas respiratorios y defectos de nacimiento e incluso abortos espontáneos, todos ellos ligados a la contaminación.  

Sobre todo por las emisiones de químicos como el benceno y el cianuro de hidrógeno y cromo. Solo para dar una idea de lo letal de vivir respirando este aire, el cianuro de hidrógeno fruto del procesamiento del petroleo fue empleado por los nazis para gasear a los prisioneros en los campos de concentración. 

Luchando por sobrevivir

Detroit es una de las ciudades más afectadas por la pobreza extrema, el despoblamiento y el agonizar de la industria manufacturera, que provocó un éxodo masivo excepto para aquellos que no tienen adonde ir. 

No obstante, más allá de su condición de lugar tóxico y depauperado, los activistas medioambientales llevan más de 40 años reclamando que respirar aire limpio no debería ser únicamente privilegio de los ricos. 

“La gente no se da cuenta de que la esperanza de vida promedio de alguien que vive en Detroit y alguien que vive en los suburbios es una diferencia de 10 o 15 años”, Michelle Martinez.

Entre ellos Donele Wilkins, una pionera de la lucha contra la desigualdad medioambiental en Detroit que se opuso durante décadas a la construcción de una incineradora en la ciudad, cuyas emisiones fruto de la quema de basura estaban relacionadas, según Wilkins, con el aumento de los cánceres y los problemas respiratorios, especialmente en niños. Y no estaba equivocada…

Un informe de la NAACP mostró que más de 2.000 niños negros en Detroit tienen ataques de asma debido a la contaminación y, curiosamente, el 40% de la población de los condados de Michigan que tienen refinería es racializada. 

El precio del agua

Desde que en 2014 la ciudad empezó a cortar el agua a los residentes cuyas facturas tenían un retraso de más de 60 días, más de 112.000 hogares no tienen agua corriente, reporta The Guardian. 

“Estamos hablando de gente que baña a los bebés en agua embotellada", dijo Gunn-Wright, la coautora del Green New Deal, en una conferencia sobre el cambio climático de la HBCU en Nueva Orleans este noviembre. "Gente que recoge agua de lluvia para beber y alimentar a sus hijos, para cocinar sus comidas".

Si a esto se le suma que el agua está contaminada por plomo y que las fábricas que lo emiten se encuentran ubicadas muy cerca de los vecindarios pobres de la ciudad, lo que tenemos son casos de niños con niveles altos de plomo en sangre y posibles problemas de aprendizaje y crecimiento. 

Tanto que se tuvieron que instalalar 500 estaciones de depuración en las escuelas públicas para que los niños pudieran beber agua libre de plomo y otros contaminantes. 

"El hecho es que vivimos a la sombra de innumerables zonas industriales abandonadas y de fundiciones de plomo... que solían triturar e incinerar baterías de la industria automovilística que contenían plomo", dice Wilkins.

Puede que Detroit sea el principio de un nuevo tipo de desigualdad en Estados Unidos y estemos siendo testigos de un éxodo interno de ciudadanos acaudalados que se mudan a ciudades como Buffalo, en Nueva York, ya considera la urbe de los refugiados climáticos, en tanto las minorías pobres siguen viviendo en las “colmenas - estercolero” del país.