Es habitual que cuando adquieres un medicamento en la farmacia, y lo haces con receta de Medicare, no te pares a pensar cuánto cuesta. Parece elemental que el coste del mismo debería ser más bajo cuando utilizas una receta de Medicare. Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que esto no es del todo cierto.

Según funcionarios de Medicare existen las llamadas “órdenes mordaza”. Se trata de una serie de normas que las compañías aseguradoras imponen a los farmacéuticos. Entre ella, se encuentra la norma de que solo si el cliente pregunta por el coste de un medicamento, se le puede explicar las diferencias de precio que hay entre pagarlo a través del seguro o en efectivo. Y si, en algunos casos existen diferencias que hacen que a la larga sea más rentable pagar ciertos medicamentos en efectivo.

Se da la circunstancia de que el farmacéutico cuenta con esta información pero no puede informar a sus clientes a no se que estos mismos le consulten. Se trata de una simple pregunta cuyo resultado podría afectar muy positivamente a las finanzas de algunos pacientes.

El pasado marzo, una serie de investigadores publicó una carta en el Journal of the American Medical Association denunciando esta situación. Entonces se dijo que en 2013, el precio del copago llevado a cabo por un paciente fue más caro que su precio en efectivo en uno de cada cuatro medicamentos.

Los farmacéuticos no parecen ponerse de acuerdo en su la visión de esta situación. Por una parte, la Asociación Nacional de Farmacéuticos Comunitarios aseguran que las aseguradoras castigan a los farmacéuticos que no siguen sus instrucciones. Por otra parte, Mark MerritT, CEO de la Asociación de Administración de Atención Farmacéutica, insiste en que estas situaciones no son habituales sino más bien excepcionales.

Sea como fuera, parece recomendable preguntar al farmacéutico acerca del medicamento que vamos a adquirir y sus opciones de pago.