LIVE STREAMING
La dieta alta en grasas es la causante de este problema. Foto: Sander Dalhuisen

¿Por qué nuestro estómago no nos avisa cuando estamos llenos?

  Un equipo de investigadores descubre que la dieta alta en grasas bloquea esta información.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

50 años de defensa

Ayudando a las comunidades

Buscando hogares para todos

Reunión de líderes hispanos

L'ATTITUDE está en marcha

Líderes de la economía en EU

Elevando negocios diversos

Anuncio de la SBA

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Cuando nos encontramos ante una comida deliciosa, no podemos parar de comer hasta que nuestro cerebro nos dice que el estómago está ya lleno y no necesitamos más comida. Pero, ¿y si no nos avisara? ¿Y si no tuviéramos esa sensación de plenitud? ¿Seríamos todos obesos?

 

Eso es lo que podría ocurrir si decidiéramos seguir una dieta alta en grasas de manera continuada. Y es que, según un estudio recientemente publicado en la revista Science Translational Medicine, alimentarse de esta manera hace que nuestro cerebro produzca una enzima llamada MMP-2 que acorta los receptores de la leptina, la hormona que regula el hambre. Es decir, que debido a esta enzima, nuestro cerebro tiene más complicado avisarnos de que no necesitamos comer más. Y sin sensación de saciedad, resulta muy complicado dejar de comer.

 

Es la conclusión a la que ha llegado un equipo internacional de investigadores, entre los que se encontraban diferentes científicos de la Universidad de California. Estos alimentaron con una dieta alta en grasas a un grupo de ratones. Durante el estudio observaron como, debido a su dieta, los ratones comenzaron a producir una enzima llamada MMP-2. Esta enzima afecta a los receptores de la hormona leptina, aquella que se encarga de transmitir que el estómago se encuentra lleno. Como consecuencia, este mensaje no llegaba al cerebro.

 

Resulta contradictorio saber que las personas obesas tienen un alto contenido de leptina en su sangre. Sin embargo, no reciben las señales de saciedad correctamente y es por ello que les cuesta mucho dejar de comer. Según los investigadores, conseguir inhibir la enzima MMP-2 podría sin duda ayudar a mejorar la salud y la calidad de vida de muchas personas obesas. Es por ello que, apoyándose en los resultados de esta investigación, han reclamado la realización de una investigación a gran escala con el fin de poder obtener más datos sobre esta enzima.

 

La obesidad es un problema de primer orden en Estados Unidos. Se calcula alrededor del 40% de los estadounidenses adultos y el 18.5% de los niños son obesos. Se trata del nivel más alto jamás alcanzado.