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El uso de tampones y copas menstruales suponen un riesgo bajo de sufrir este síndrome. Foto: Intimina
El uso de tampones y copas menstruales suponen un riesgo bajo de sufrir este síndrome. Foto: Intimina

La copa menstrual podría no ser segura para la mujer

Un nuevo estudio presenta una relación entre el uso de este producto y el TSS.

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Hace ya unos años que las compresas y los tampones pasaron a mejor vida. Para muchas mujeres, la aparición de la copa menstrual supuso un cambio en su vida y, en su bolsillo. Se trata de una copa de silicona que la mujer introduce en su vagina, de manera similar a un tampón, durante los días de la menstruación. La diferencia con los tampones es que las copas son reutilizables. Es decir, una vez utilizada, puede lavarse y volver a utilizarse.

Su llegada al mercado revolucionó el mercado. Especialmente debido a su bajo precio en comparación con los tampones pero también por ser una alternativa más ecológica y respetuosa con el medio ambiente.  Una opción cómoda para la mujer pero que supone un elevado incremento en el importe de la compra mensual.

Sin embargo, hace poco un nuevo estudio ponía el foco en el uso de las copas menstruales y su posible relación con el Síndrome del Shock Tóxico. Este síndrome conocido por TSS (sus siglas en inglés) es un trastorno poco frecuente que se produce por el contagio de una toxina bacteriana. Se trata de una enfermedad grave que tiene consecuencias fatales en la persona que la sufre. Desde su descubrimiento y definición, este síndrome se ha relacionado con el uso de tampones. De hecho, habitualmente se puede encontrar una aviso en las cajas de tampones, en el que se menciona la relación entre el síndrome y el uso de este producto y los riesgos a los que se expone la mujer.

 

El estudio

En este caso, una investigación realizada de manera conjunta entre la Sociedad Americana de Microbiología y la Facultad de Medicina de la Universidad de Lyon pone de manifiesto que el uso de la copa menstrual podría suponer un mayor riesgo de contraer TSS que el uso de los tampones.

Los expertos concluyeron que la bacteria causante de la infección, la llamada Staphylococcus aureus, crece más en las copas menstruales que en los tampones. Además, el uso de la copa menstrual facilita que entre aire en la vagina, algo que podría promover todavía aún más el crecimiento de la bacteria.

Sin embargo los datos no son todavía concluyentes aunque algunas empresas de copas menstruales han comenzado a advertir a sus usuarios que ante cualquier síntoma de la enfermedad, no duden en consultar a su médico.