Mucho se ha hablado de las ventajas e inconvenientes que para la salud, y el medio ambiente, tiene beber agua embotellada. Por un lado se duda de la salubridad de la red pública y por otro se pone de manifiesto los problemas medioambientales que generan las embotelladoras. Ahora, los datos de una reciente investigación pretenden reforzar la idea de que beber agua embotellada, no es siempre la mejor opción.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia y la organización de periodismo sin fines de lucro Orb Media, ha analizado 259 botellas de agua procedentes de 11 marcas comerciales diferentes y vendidas en nueve países, incluido Estados Unidos.

Los investigadores analizaron la calidad del agua que contenían estas botellas y se llevaron una sorpresa. El 93% de las aguas analizadas contenían una contaminación por microplásticos. Se trata de partículas muy pequeñas de plástico, cuyo efecto dañino en el cuerpo todavía no está comprobado y del que se desconocen sus consecuencias a largo plazo.

Marcas muy conocidas

Para detectar la presencia de estas partículas de plástico, los investigadores vertieron un tinte en cada botella que permite la detección rápida de las partículas de plástico. Pronto encontraron que la gran mayoría de las marcas analizadas contenían partículas de plástico mezcladas en el agua. El análisis se ha llevado a cabo en algunas marcas muy reconocidas como Aquafina, Dasani, Nestlé Pure Life o San Pellegrino.

Las marcas involucradas han comenzado a reaccionar ante estas noticias ofreciendo diferentes declaraciones. Sin embargo, es importante reseñar que este estudio parece estar en su fase inicial. Las conclusiones del mismo todavía no han sido publicadas por ninguna revista científica reconocida y todavía se esperan las reacciones por parte de los expertos.

Consumo de agua embotellada entre la población latina

Esta polémica se suma a la ya habitual pregunta de si es mejor consumir agua del grifo o embotellada. En este sentido, otro estudio realizado recientemente, sugería el hecho de que los latinos de Estados Unidos beben más agua embotellada, debido a la desconfianza en la salubridad del agua del grifo. Una situación que podría darse la vuelta ahora debido a esta noticia, que pone el foco en las empresas de agua embotellada.

En cualquier caso, parece prudente esperar a las reacciones de la comunidad científica ante estas noticias.