¿Has oído hablar del trastorno de la hipocondría? Se trata de un síndrome que sufren las personas que están convencidas de padecer una enfermedad grave debido a una mala interpretación de los síntomas.

En los últimos años este trastorno se ha hecho más habitual, puesto que cada vez hay más gente que busca en internet la respuesta a los síntomas que está sufriendo. Anteriormente, cuando una persona enferma se encontraba preocupado por su salud, acudía a publicaciones de las asociaciones médicas para informarse sobre su estado. En la actualidad, cualquiera puede acceder a millones de páginas sobre cualquier enfermedad en tan solo unos segundos. La información está al alcance de cualquiera. Sin embargo, el paciente no siempre cuenta con las herramientas necesarias para interpretarla correctamente.

Hipocondría en la población latina

La hipocondría tiene un importante efecto en la población latina.  Y es que recordemos que según el CDC, el 21.1% de los latinos menores de 65 años no tienen seguro médico. Esto les lleva necesariamente a informarse de sus síntomas a través de internet.

Según la Organización Mundial de la Salud al menos dos de cada 10 individuos con trastorno por hipocondria, decide automedicarse con consecuencia de la información obtenida a través de las búsquedas realizadas en internet. Esto supone un importante riesgo para la salud del individuo, ya que hay muchas posibilidades de que las conclusiones a las que ha llegado sean erróneas.

¿Dónde puedo informarme?

Es comprensible que ante una enfermedad o tras sufrir unos síntomas concretos, queramos buscar información sobre ello. Internet puede ser una buena fuente de información, siempre que se sigan algunos consejos:

• En lugar de hacer búsquedas en Google, busca información dentro de páginas médicas de referencia. Puedes buscar en la página de la OMS o acudir a las páginas oficiales de cada especialidad.

• No todo lo que lees tiene por qué afectarte. Infórmate y después consulta con un médico todas tus dudas.

• Ten en cuenta que enfermedades completamente diferentes pueden tener los mismos síntomas. Es por ello que no debes sacar conclusiones precipitadas de tus lecturas.

• No te automediques. Está bien informarse de tus dolencias pero la suscripción de medicamentos solo debe llevarla a cabo un médico. Es peligroso.