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El horario de la cena puede influir en tu salud. Foto: Christopher Jolly

Cenar antes puede ayudarte a evitar sufrir un cáncer

Un estudio demuestra la importancia de seguir los ritmos circadianos.

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Cenar liviano y temprano. Es una de las recomendaciones más escuchadas a los nutricionistas para aquellas personas que quieren perder algo de peso y encontrarse mejor.

Hoy un nuevo estudio demuestra que cenar pronto no solo puede influir en nuestro peso sino que además podría ayudarnos a reducir el riesgo de sufrir un cáncer.

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) publicado en la revista “International Journal of Cancer” ahonda en la relación entre la hora de ingesta de los alimentos y la aparición de casos de cáncer de mama y de próstata.

Hasta ahora, los estudios llevados a cabo se habían centrado en analizar la relación entre el cáncer y el tipo de comida que el enfermo ingería. Sin embargo, nunca se había estudiado si el horario de la ingesta de alimentos podría ser una variable influyente en el desarrollo de algún tipo de cáncer.

Por tanto, el equipo de investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) decidió evaluar si factores como el horario de comidas podría influir en el riesgo de padecer cáncer. Para ello se decidió estudiar en concreto la relación con los cánceres de mama y de próstata. La razón para ello es que no solo se trata de dos de los cánceres más comunes en el mundo sino que además suelen estar relacionados con alteraciones del reloj biológico.

 

El estudio

Los investigadores analizaron un total de 621 casos de cáncer de próstata, 1205 de mama y los compararon con los datos proporcionados por 872 hombres y 1321 mujeres seleccionados al azar. Se estudiaron los horarios de comida y sueño de todos los participantes y se les realizó un cuestionario sobre hábitos de alimentación.

 

Las conclusiones reafirmaron la importancia de tener en cuenta el ritmo circadiano, siguiendo un ciclo regular que se repita cada 24 horas y estableciendo horarios específicos para las comidas. Cenar temprano y dejar un mínimo de dos horas entre la ingesta y el sueño, resulta en un menor riesgo de cáncer de mama y de próstata. Sin duda una razón más para sumar a los beneficios de las cenas tempranas.

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