La variedad de mole más conocida, el mole poblano, a menuda es considerado el plato nacional de México.

Su delicada salsa marrón contiene más de 20 ingredientes diferentes, incluyendo chocolate y chiles. El resultado es un aderezo, sutilmente dulce pero picante, que se puede servir en una variedad de platos como pollo, cerdo, pavo o, y especialmente en el restaurante Mole Poblano, dentro de sus tamales. “Son uno de nuestros platos más populares”, dijo Inés Sandoval Pérez, copropietaria del restaurante junto a su esposo, Pedro Ríos Hernández.

Cada semana, Ríos, que se desempeña como chef ejecutivo de Mole Poblano, prepara un gran balde de masa de harina de maíz mezclada con manteca de cerdo y condimentos, para llenar los aproximadamente 250 tamales que el restaurante sirve cada fin de semana.

Ríos coloca una cucharada generosa de masa dentro del envoltorio de cáscara de maíz de cada tamal, luego vierte la salsa (ya sea mole poblano, salsa verde o salsa roja) para, finalmente, agregar la carne (cerdo, pollo o verduras) que remata el plato. El resultado es una combinación de sabor exquisita.

Ríos, nativo de Puebla, comenzó a cocinar poco después de su llegada a Filadelfia hace unos 20 años. Después de trabajar arduamente en una fábrica en el área, él y su esposa decidieron comenzar su propio negocio desde casa, cocinando clásicos mexicanos como tamales, tacos de carnitas y cáctus, quesadillas de tinga, tortas y filetes. Inicialmente vendieron sus platos en la Jarochita, una tienda de alimentos situada en el sur de Filadelfia, así como a inmigrantes mexicanos que trabajaban en el lavado de autos y en una planta empacadora de carne.

La comida empezó a gustar en la comunidad mexicana de Filadelfia y pronto, el dúo comenzó a ir a restaurantes de Center City, como Amada, a vender su comida a trabajadores latinos durante el almuerzo.

“Realmente amaron la comida”, dijo Ríos. “Dijeron: ‘¿Por qué no abren su propio lugar para que podamos comer en cualquier momento?’ Así que cuando abrimos Mole Poblano hace seis años, ya contábamos con una gran base de clientes”.

Hoy en día, Mole Poblano tiene un impresionante menú mexicano y sirve desde platos de desayuno, como los Huevos Rancheros, hasta quesadillas, tacos, tortas, enchiladas, filetes y platos de mariscos.

“Cada restaurante debe tener algo especial”, explicó el hijo de los copropietarios, también llamado Pedro. “Nuestra especialidad es la comida corrida. Es una buena opción para aquellos que buscan un buen precio”.

En México, “comida corrida” quiere decir un menú fijo o varios platos por un precio fijo. En Mole Poblano, el menú de 12,96 dólares incluye una bebida y papas fritas con pico de gallo, crema y salsa verde y roja, seguido de un plato principal (a seleccionar entre tres opciones), una sopa y un postre.

Entre la mezcla heterogénea de sabrosas opciones de su menú, el plato Molcajete destaca tanto por su rico sabor como por su presentación única. Este inusual nombre proviene de la palabra mortero (el cuenco circular negro utilizado para moler comida) en náhuatl. Dentro de Molcajete hay pollo a la parrilla, bistec, queso fresco, cactus y cebolla, todo ello bajo una rica salsa de sofrito. ¿Quieren un consejo? Se trata de un plato contundente, para dos personas, así que mejor tráigase a un amigo.

“Lo más importante para tener éxito al dirigir un restaurante es que te guste”, dijo el joven Pedro Ríos. “Tiene que ser tu pasión. En Mole Poblano nos apasiona el negocio de los restaurantes”.

Para obtener más información sobre Mole Poblano, puedes visitar el sitio web del restaurante molepoblanosouthphilly.com o la página de Facebook @mole.poblano.restaurant.

Para catering, puedes ordenar a través de Fooda. Horario: de lunes a viernes de 10 a.m. a 10 p.m., sábados y domingos de 8 a.m. a 10 p.m. Dirección: 1144 S Ninth Street Filadelfia, PA 19147. Precios: $7- $20.