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El "día del juicio" de las finanzas mundiales

“Otra crisis financiera está en camino”, y será mucho peor. Así concluyó el estudio independiente, dirigido por el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, e…

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“Otra crisis financiera está en camino”,
y será mucho peor. Así concluyó el estudio independiente, dirigido por el
premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, e integrado por Rob Johnson de
la Comisión de expertos en finanzas de EE.UU., y Elizabeth Warren, del Comité
Especial del Congreso de EE.UU. para control del Rescate del Sistema
Financiero Mundial.

El problema son las regulaciones
financieras puestas en vigor en EE.UU., Europa y Asia, ya que no previenen a la
banca privada continuar su mortal y criminal costumbre de hacer inversiones
de alto riesgo que envuelven los fatídicos derivados financieros y fondos
de cobertura, que ya pusieron a la economía global, al borde del colapso.

“El mundo está inmerso…en un ciclo del
día del juicio”, dice el informe explicando “que los bancos usan dinero
prestado para tomar riesgos masivos, en su afán de pagar
altos dividendos a sus accionistas y jugosos bonos a sus ejecutivos, y, cuando
estos riesgos fallan, estos mismos bancos reciben dinero de la gente común a
través de sus gobiernos para rescatarlos”

La toma de riesgo en la banca transnacional es ahora más grande que nunca.

Sin durísimas y urgentes reformas al
sistema financiero, una crisis más grande arrastrará a la economía mundial,
sin remedio. “La crisis es más que previsible, es inevitable” sentenció el
informe.

Elizabeth Warren hace una importante
observación que contrasta, y desnuda la impudicia financiera, frente a las positivas
características del sector productivo, cuando dice: “mientras la
manufactura ha desarrollado iPods y pantallas planas de TV, el sector
financiero ha perfeccionado el arte de ofrecer hipotecas, tarjetas de crédito,
sobregiros bancarios y derivados financieros, cargados de oscuros términos
contractuales que nublan el real precio del servicio financiero y su
riesgo”.

En suma, coexisten reales y buenos
productos, con otros que son tóxicos y peligrosos. Pero, ¿hay quién le advierta
de esto al desprevenido consumidor? Desde luego que no, y ésta es,
precisamente, la base de desastrosas consecuencias para todos en todo el
planeta.

La crisis europea-mundial que hoy vivimos
tiene su origen en estos factores. La Universidad de San Diego,
California, opina que “las hojas de balance de los grandes bancos son
ficción”.

La deuda de Grecia con la banca
transnacional fue maquillada por Goldman Sachs, el banco de inversión más grande
del mundo, razón por la cual la plana mayor de estos filibusteros, al
comparecer ante el Comité de Finanzas del Senado norteamericano, sostuvo, con
monumental cinismo ¡que esa era la forma de hacer negocios!

La red de la deuda

La deuda europea y mundial es complicada.

La red de deuda, originada en la
incestuosa relación entre bancos y gobiernos, incluye cifras que los “cerditos”
ó PIIGS (siglas en inglés para Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España)
deben a Inglaterra, Francia y Alemania. Empecemos en el país y banca
internacional que origina el problema:

GRECIA: Debe en total $236.000 millones
de dólares.

$6,9 mil millones a Italia, $9,7 mil
millones a Portugal, $1,3 mil millones a España, y $8,5 mil millones a Irlanda.
La deuda griega con Inglaterra, Francia y Alemania (gobiernos y bancos
transnacionales) suma  $135.000 millones.

PORTUGAL: Total deuda $286.000 millones
de dólares.

$100 millones a Grecia, $6,7 mil millones
a Italia, $86 mil millones a España, casi un tercio de su deuda total,
con el agravante de que las calificaciones de deuda en ambos países
llegan a niveles muy bajos, y $5,4 mil millones a Irlanda. La deuda con
Inglaterra, Francia y Alemania (bancos y gobiernos)  suma $116.000 millones
de dólares.

ESPAÑA: Deuda total $1,1 trillones de
dólares

$28 mil millones le debe a Portugal, $31
mil millones a Italia, $30 mil millones a Irlanda, $400 millones a
Grecia. La deuda con bancos y gobiernos de Inglaterra, Francia y Alemania, suma
$572 mil millones de dólares, casi el 50% del total de su pesada deuda.

IRLANDA: Deuda total $867.000 millones de
dólares.

$800 millones le debe a Grecia, $18 mil
millones a Italia, $ 22 mil millones a Portugal, y $ 16 mil millones a España.
A los bancos y gobiernos de Inglaterra, Francia y Alemania, Irlanda
les debe $432 mil millones de dólares, o la mitad de su deuda total.

ITALIA: Deuda total $1,4 trillones de
dólares

$5,2 mil millones le debe a Portugal $ 47
mil millones a España, $46 mil millones a Irlanda y $ 700 millones a
Grecia.  La deuda con bancos y gobiernos de Inglaterra, Francia y
Alemania, es de $778 mil millones de dólares, algo más del 50% de la deuda
total.

Ante semejante debacle, el FMI, el Banco
Central Europeo, y toda la Eurozona, acaban  de aprobar un “salvataje” a
la banca europea y mundial, que supera el trillón de dólares, de los cuales 146 mil
millones son para Grecia, y el saldo –más de 950 mil millones – para el
resto de Europa . ¿Será suficiente?

Nadie dice taxativamente que sí, pero
muchos dicen definitivamente que no.

Paul Krugman, premio Nobel de Economía,
en su editorial de New York Times del 30 de abril del presente año, lanza
una advertencia: “Las amenazas fiscales que penden sobre Grecia, serían
manejables si las perspectivas futuras de su economía se vieran, por lo
menos, moderadamente manejables.

Pero no es así. Hace pocos días, cuando
Standard & Poors degradó la deuda griega a nivel de basura, quedó
claramente establecido que el valor en euros del PIB griego no volvería a sus niveles
del año 2008, sino –con suerte- hasta 2017, casi diez años, significando
con esto que ese país europeo, no tiene esperanzas de salir de sus
problemas. Esto es exactamente lo que los euro-escépticos temían. Renunciar a su
habilidad de ajustar su tipo de cambio los expondría a graves crisis y lo
ha hecho”.

La puerta para salida de la moneda común
europea se ha abierto según Krugman. Cuando las crisis golpean
fuerte, los gobiernos deben tener la capacidad suficiente de maniobra en su
política monetaria.

Quienes ignoran este peligro y se aferran
a monedas extranjeras o a quiméricos proyectos de monedas comunes,
están volviéndole la espalda a lo que hoy pasa en el mundo.

El sistema se acabo, y sin embargo
nuestros países está inmersos en politiquería de corto plazo y poco o nada
hacen para afrontar este problema.

¿Hasta cuando durará esto? No creo que
será por mucho tiempo. Este sistema financiero mundial no da para más.