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Nelly Salió de Honduras, huyendo de un esposo que la amenazó de muerte. Llegó a Filadelfia siendo una del 70 por ciento de mujeres en el mundo  que ha sido víctima de violencia doméstica.
Nelly Salió de Honduras, huyendo de un esposo que la amenazó de muerte. Llegó a Filadelfia siendo una del 70 por ciento de mujeres en el mundo  que ha sido víctima de violencia doméstica.

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A la madrugada de un primero de enero cuando el pueblo aún dormía, Nelly acarició los billetes que se ahorró de la cena de fin de año; para ese momento ya había planeado que ese sería el último día de 20 años de abuso. La noche del 31 de diciembre su marido amenazó con matarla apuntándole con un arma de fuego. Faltando un cuarto para las 4 de la mañana se despidió de sus hijas de 10, 17 y 18 años y silenciosa abrió la puerta para agarrar el bus que pasa por su vereda de camino a Villanueva Departamento de Cortez, en Honduras. Llegó a casa de su madre y allí se escondió tres meses mientras su familia juntaba el dinero para mandarla a los Estados Unidos. 

Nelly, Halle Berry, Evelyn Lozada, Tina Turner, Kate del Castillo, Carmen Dominicci, Nene Leaks, Robin Givens, Rihanna, Gabriela Bo, Charlize Theron, Olga Tañón, Whitney Houston, y el restante 70 por ciento de las mujeres del mundo saben qué se siente ser víctima de violencia doméstica. En India, Autralia, Canadá, Israel, Sur África, Estados Unidos, no hay quién se salve. 

La ONU reporta que “algunos estudios de violencia nacionales, muestran que el 70 por ciento de las mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual durante su relación de pareja”. De acuerdo con el mismo informe, la mitad del total de muertes de mujeres en 2012, fue a causa de violencia doméstica. 

De acuerdo con el National Coalition of Domestic Violence, en los Estados Unidos cada minuto 20 personas son víctimas de abuso doméstico. De acuerdo con el mismo estudio, al menos una de tres mujeres y uno de cuatro hombres han experimentado abuso en algún momento de sus vidas. 

La situación no es distinta en Latinoamérica donde el machismo tiene fuertes raíces culturales. De acuerdo con el último estudio (2012) de la Organización Panamericana de la salud realizado en 13 países de Latinoamérica, Bolivia y Guatemala tienen las más altas tasas de violencia doméstica. En 2012 en Bolivia, sólo 96 casos de 442 fueron procesados. En Guatemala el femicidio es una epidemia. En el Estado de Chihuahua en México el 66 por ciento de las muertes de mujeres son a causa de la violencia doméstica. La situación de Colombia llama la atención por los niveles de barbarie: parejas (hombres y mujeres) contratan a terceros (sicarios) para vengarse lanzándoles ácido en la cara. 

“Por razones de machismo, los gobiernos de Guatemala y de Honduras se comprometieron a cambiar las leyes”, dijo la abogada de Inmigración Anna Paciorek quien durante más de una década trabajó en Nationalities Service Center (NSC) y ahora ejerce su práctica privada. “Cada vez más jueces están abiertos a conceder asilo con base a la violencia doméstica y que se procesa en los tribunales de segunda instancia”, agregó Paciorek.

“Desde que la Ley de Violencia Contra la Mujer (VAWA) fue aprobada, la tendencia es la de escuchar cada vez más estos casos. Recientemente, la Junta de Apelaciones de Inmigración declaró que en determinadas circunstancias las mujeres pueden aplicar directamente para el asilo. Esta es una gran noticia porque sólo hace un par de años, en los Estados Unidos no se permitía esto por miedo a que se abrieran las puertas a hordas de personas abusadas,” agregó Paciorek. Sin embargo, en junio el límite de U Visas que es de 10 mil, se cumplió. Se siguen procesando pero con significativos retrasos.

Nelly duró cuatro días viajando de Honduras a México y al llegar a la frontera quedó en manos, con otros 30, del Cartel del Golfo. Sufrío penurias pero ninguna peor al maltrato de 20 años. Cuando la migra los agarró y los llevó a la prisión de Laredo, Texas, todos firmaron la deportación excepto ella. “La muerte igual me esperaba en mi país; no había opción para mí”. El maltrato de la cárcel, el frío intenso por el aire acondicionado y el sanduche congelado como única comida diaria eran un paraíso comparado a la prisión de su marido.

“Yo no podía salir a la calle. Ni siquiera a misa, ni a las compras. Tenía que estar encerrada. Podía visitar a mi mamá una vez cada año y medio. Era obligada a tener sexo. Perdí a mi tercer hijo por una patada que me dio. Ellos le dicen a una que ya está vieja y fea, que cómo una va a salir adelante sin ellos. Yo tenía mi problema de cáncer, no tengo un seno y el me decía que mucho menos así saldría adelante”, recordó Nelly. 

 

¿Por qué la violencia?

Afectados con las estadísticas y las historias de horror, buscamos respuesta para tratar de explicar lo inexplicable: La violencia humana.

“Los seres humanos son una especie violenta. Este hecho ha intrigado a científicos, filósofos y teólogos durante milenios. El riesgo de la violencia está siempre con nosotros, como se ve en la guerra, en los crímenes contra las personas y en la violencia doméstica. Aunque nadie ha encontrado una “cura” para la conducta violenta, la toma de conciencia de los factores de riesgo comunes es una manera de reducirlo”, nos explicó Kenneth Weiss, M.D. Profesor Clínico de Psiquiatría de Perelman School of Medicine de la Universidad de Pensilvania.

 

Imigrantes abusados, presa fácil

Muchos inmigrantes son presa fácil cuando contraen matrimonio con residentes o ciudadanos estadounidenses. Y algunos no saben que casarse no es suficiente para acceder al seguro social y a una identificacion. Es necesario que el ciudadano o el residente haga una petición; sin embargo, muchos no la hacen porque es la forma que tienen de controlar a sus parejas.

“He tenido varios clientes hombres de Guinea y de Filipinas víctimas de violencia doméstica. A un cliente la esposa lo atacó con un machete y le hirió el brazo. He tenido casos de mujeres estadounidenses que se casan con personas de Jamaica y los ponen a trabajar y les quitan el salario. “Te voy a hacer deportar”, les dicen. Cuando las mujeres abusan de hombres es común que la autoestima esté muy baja. Un caso hace varios años fue de una mujer que estaba forzando a su esposo a tener relaciones sin protección sabiendo que ella tenia sida”, compartió Brenda Gorski Coordinadora del Proyecto de Violencia Doméstica de NSC.

Lo que ellos no saben es que hay “remedios migratorios como la Autopetición y la U Visa” que no requieren de la colaboración del residente o del ciudadano americano, nos explicó.“Para hacer una autopetición necesitamos una copia del pasaporte, el certificado de nacimiento y evidencias de que estas casada con un residente o ciudadano de los Estados Unidos, en matrimonio de buena fe y de que ha habido abuso físico, sexual y/o psicológico. Demostrar el abuso a veces es difícil porque nuestros inmigrantes abusados no llaman a la policía por temor a ser deportados, pero en otros casos, tenemos reportes de la policía, órdenes de protección, récords médicos, heridas. Cuando no tenenos reportes, son los amigos, familiares y vecinos que han sabido del caso quienes pueden colaborar sin ningún efecto legal contraproducente”, agregó Gorski.

 

¿Qué pasa en casa?

La violencia doméstica es de allá y de aquí. De acuerdo con el Pennsylvania Coalition Against Domestic Violence, en 2013 hubo 158 denuncias de las cuales 104 terminaron en muerte violenta; 63 mujeres fueron asesinadas con arma de fuego, 24 acuchilladas, seis golpeadas hasta la muerte, cuatro estranguladas, dos quemadas, y dos por negligencia. En el  50 por ciento de los casos, el perpretador se suicida. El reporte no incluye casos sin resolver ni casos de crímenes ocurridos en zonas muy pobres. En otras palabras, esto es sólo lo que se sabe y lo que se denuncia.

Según Weiss, hay factores de riesgo para quien es pareja de un abusador: el uso de substancias, especialmente alcohol y estimulantes como la cocaína, enfermedades mentales, pobreza, desempleo y otro tipo de estrés; historial de delincuencia juvenil, falta de educación y, haber sido víctima de violencia. Este último quizás el más grave porque es el que perpetúa el círculo.

Y dado que las armas de fuego son las más utilizadas, la Corte Suprema de los Estados Unidos en marzo de este año prohibió a quienes tienen antecedentes de violencia doméstica —incluso tocamientas ofensivos— el uso de armas de fuego. “Una víctima de abusos tiene seis veces más probabilidades de ser asesinada que ninguna otra mujer”, dijo la jueza Sonia Sotomayor a próposito de la decisión.

Mujeres y hombres, ciudadanos o no, blancos, afroamericanos, asiáticos, de la India, del Este de Europa, puertorriqueños, latinos nacidos en el país, residentes, inmigrantes o no, que son víctimas de violencia doméstica pueden tener ayuda en por lo menos cinco organizaciones que trabajan de manera coordinada en la ciudad y fuera de ella y que se apoyan mutuamente: NSC, Congreso, Woman in Transition, Woman Against Abuse y Lutheran Seetlement House. “En comparación con otras ciudades, Filadelfia no tiene capacidad para enfrentar la problemática”, enfatizó Zujeil Florez, directora del programa de Violencia Doméstica de Congreso de Latinos Unidos. Porqué será que eso no nos sorprende.

Congreso ofrece consejería clínica o terapéutica para ayudar a las personas víctimas a que escojan una situación de vida fuera del maltrato. Así mismo, les explican las opciones que tienen: orden de protección, reporte a la policía y lo más importante, diseñar un plan de seguridad. Tienen además un grupo de apoyo en donde se enseña a crear relaciones saludables, en donde las mujeres se sienten cómodas hablando de sus experiencias y al mismo tiempo se dan cuenta de que no son las únicas, lo que crea un lazo de unión y ayuda. 

“Expandir el círculo social de quien ha sufrido o está sufriendo violencia doméstica es una de las cosas más importantes que debemos hacer porque las víctimas usualmente son aisladas de sus contactos, de su familia, y muchas de las personas con las que trabajamos son inmigrantes y no tienen muchos conocidos”, explicó Zuleil.

 “Las personas que han tenido infancias violentas y que carecen de una sensación de control y dominio pueden ser más propensas a cometer actos de violencia en el hogar, especialmente cuando se sienten irrespetados”, explicó Weiss. “Estos individuos pueden pasar sus vidas luchando con un sentido de la identidad personal. Y sus problemas involucran, a menudo, la violencia hacia objetivos convenientes que son las personas más cercanas a ellos porque ellos no pueden dominar sus problemas, entonces el ciclo de violencia continua”. 

¿Qué hacer? De acuerdo con el médico psiquiatra Kennet Weiss, “estas personas deben buscar servicios de salud mental y tomar conciencia de ‘lo que dispara’ la conducta violenta”.

Y Nelly fue enfática: “No se queden calladas, busquen ayuda porque puede llegar el día en que las maten. Uno piensa que no hay ayuda pero sí la hay. No importa cómo uno esté. A mi me falta un seno pero yo sigo. Aunque el marido le diga a uno que no sirve para nada, uno sí sirve”.

 

RECURSOS

»The National Domestic Violence Hotline1-800-799-SAFE (7233) 

»Congreso Domestic Violence Program Línea Gratuita – Free Help Line: 1-866-723-3014

»Women´s Center of Montgomery County Línea Gratuita: 1-800-773-2444

»Elkins Park: 215-635-7344

»Norristown Office: 610-279-1548

»Pottstown Office: 610-970-7363

»Bryn Mawr Office: 610-525-1427

»Colmar Office: 215-996-0721

»Landsdale Hospital – Abington Health: 215-853-8060

»Holy Redeemer Hospital: 215-938-3711

»Lutheran Settlement House: 215-426-8610

»Nationalities Service Center: 215-893-8400 ext 1532

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