La investigación sobre el asesino en serie de
Nueva York al que se atribuye la muerte de cuatro mujeres, así como la
de otras cinco personas aún sin identificar, prosigue hoy en la reducida
zona costera en la que se han encontrado desde diciembre diez grupos de
huesos ocultos entre matorrales.

"Continuamos con la
investigación y varios buzos se han sumergido hoy por tercer día
consecutivo en el agua" de las solitarias playas de la isla neoyorquina
de Long Island en las que han ido apareciendo los cadáveres, explicó a
Efe un portavoz de la policía del condado de Suffolk (Nueva York).

Esta misma semana la policía decidió intensificar la investigación, a
la que se ha incorporado el FBI para tomar fotos aéreas en alta
definición y rastrear la zona en busca de otros restos humanos y
pruebas.

Los detalles acerca de las llamadas telefónicas que
el supuesto asesino realizó a la familia de una de las víctimas
identificadas, Melissa Barthelemy, desde el móvil de ésta podrían servir
a los agentes para conocer la personalidad del homicida, que se cree
que lleva asesinando varios años.

La familia ya había dado
detalles acerca de las llamadas, realizadas poco después de la
desaparición de la joven, pero no habían revelado que en la última de
ellas el autor confesó que la había matado, según afirma hoy The New
York Times.

Desde hace semanas, el caso acapara la atención de
los medios locales, que han apuntado, citando fuentes de la
investigación, que el asesino podría ser o haber sido un policía,
basándose en que parece tener conocimiento de los procesos de
investigación.

Los cuatro cuerpos que han sido identificados
corresponden a los de mujeres de alrededor de veinte años que anunciaban
sus servicios como prostitutas en la página de anuncios clasificados
Craigslist.