Un jurado en Tucson sentenció  a muerte a
Jason Bush, miembro de los Minutemen acusado de matar a un hombre
hispano y a su hija de nueve años durante una invasión de vivienda en la
ciudad fronteriza de Arivaca, en Arizona.

Bush, de 36 años,
fue declarado culpable el mes pasado por la muerte el 30 de mayo de 2009
de Raúl J. Flores, de 29 años, y su hija, Brisenia Flores.

De
acuerdo con el testimonio de la madre de la menor y la única
sobreviviente del ataque, Gina Gonzalez, Bush disparó en múltiples
ocasiones en contra de su esposo.

También disparó a quemarropa en contra de la menor mientras ésta suplicaba por su vida.

Bush es la segunda persona en ser sentenciada a muerte por este crimen.

El pasado mes de febrero, un jurado sentencio también a muerte a
Shawna Forde, fundadora y líder del grupo de vigilantes Minutemen
American Defense, y quien fue identificada como la persona que coordinó
la invasión de vivienda de la familia Flores.

Según la
acusación, Forde junto con sus cómplices se presentaron en la casa de la
familia hispana haciéndose pasar como agentes de la Policía con la
intención de robar porque sospechaban que el padre de la menor se
dedicaba al tráfico de drogas.

Forde planeaba financiar las operaciones del grupo de vigilantes con este dinero.

Albert Gaxiola, una tercera persona arrestada por este crimen, enfrentará un juicio el próximo 1 de junio.