El estandarte de la campaña electoral de Trump fue la promesa de un muro que atravesara toda la frontera entre los Estados Unidos y México, cuyo costo sería tomado por el país centroamericano.

Tras su sorpresiva victoria en los comicios presidenciales, el ahora Presidente Donald Trump, demuestra ser un hombre de palabra.

Tras la firma de varias legislaciones, entre ellas la prohibición del aborto en territorio americano, la nueva administración ha volcado todos sus esfuerzos en la realización de la promesa electoral: un muro separará la frontera entre los Estados Unidos y México, y se conseguirá la estrategia económica para que el pago sea totalmente encargado a México.

La primera medida adoptada por Trump fue firmada el día miércoles 25 de enero de 2017, e incluye las directrices para la construcción del muro, así como el refuerzo de las patrullas fronterizas y las deportaciones en el territorio limítrofe.

La orden también incluye el recorte de los fondos a las llamadas “ciudades santuario”, que podría transformar a los inmigrantes indocumentados en prioridades de deportación.

“A partir de hoy, los Estados Unidos de América recuperan el control de sus fronteras”, dijo Trump a los empleados del Departamento de Seguridad Nacional, según reporta CNN.

En un intento por esquivar los asuntos dentro del congreso, la nueva administración ha desarrollado un plan que se rige por los parámetros establecidos dentro del sistema y el marco de trabajo legal actual.

La construcción del muro, entonces, se llevará a cabo con fondos federales que se verán reembolsados gracias al nuevo sistema de impuestos sobre los productos mexicanos, que se pretende aumenten en un 20% para el financiamiento del muro.

La respuesta por parte de organismos de inmigración y voceros gubernamentales latinoamericanos, no se ha hecho esperar.

Desde el Centro Legal de Inmigración Nacional, United We Dream Network, la Coalición Anti Trump, hasta el senador Armando Ríos Piter, el Presidente Enrique Peña Nieto, el Presidente del Senado Mexicano Emilio Gamboa, el Presidente de Bolivia Evo Morales, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa y el ex presidente mexicano Vicente Fox, todos han rechazado – diplomática y visceralmente – la medida como una amenaza al principio diplomático que rige la política internacional.

Frente a la firma del acta que autoriza las medidas de construcción y la estrategia del 20% de impuestos sobre los productos mexicanos de importación, el Presidente Enrique Peña Nieto ha decidido cancelar la reunión pautada para el próximo martes entre ambos gobiernos.

La respuesta es inmediata a la retaliación del Presidente Trump ante la negativa del país centroamericano de pagar la que pareciera ser el inicio de una nueva era política mundial convulsa.