La ingesta de grandes cantidades de alcohol durante la adolescencia y la juventud estaría directamente relacionada con anomalías persistentes en el cerebro, según un estudio.

El experimento se llevo a cabo en ratas, a las que se les administró alcohol en proporción a la que ingeriría un joven durante una salida nocturna en 10 ocasiones a lo largo de 16 días durante su periodo de madurez (adolescencia). Las participantes en el estudio volvieron a sus canciones normales de vida durante más de 20 días. Para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon las células del hipocampo de las ratas que habían ingerido alcohol durante su ‘adolescencia’ con las de aquellas que maduraron sin probar ni una gota de esta sustancia. Las pruebas demostraron la existencia de conexiones entre neuronas atrofiadas y deformes.

¨Es importante para la gente joven saber que cuando beben grandes cantidades de alcohol durante este periodo de desarrollo podrían producirse cambios que tendrían un impacto duradero en la memoria y otras funciones cognitivas¨, explica Mary-Louise Risher, investigadora post doctoral del Duke Department of Psychiatry and Behavioral Sciences.

Los encargados del estudio concluyeron que una exposición al alcohol de manera continuada durante el periodo de desarrollo del cerebro tiene como resultado anomalías tanto estructurales como funcionales en la región del cerebro encargada, entre otras del aprendizaje y la memoria.